Balonmano
La semilla que da vida al Rodríguez Cleba
Con pasos cortos pero firmes. Así camina la cantera del principal referente del balonmano femenino en León. Hace dos años no contaban con ningún equipo en categoría infantil. Hoy tienen dos que se suman al cadete y al juvenil. Medio centenar de jugadoras formándose en los valores del deporte que sueñan con llegar pronto al primer equipo
Hace tan solo dos años no tenían equipo infantil y su estructura de cantera se encontraba a años luz de lo que cualquier club profesional necesita para subsistir. Hoy, sin embargo, el Rodríguez Cleba presume de base y aunque «todavía queda mucho trabajo por delante», sus dos equipos infantiles, el cadete y el juvenil dan buena fe de que el esfuerzo —tantas veces ingrato y casi siempre fatigoso— regala grandes frutos a quienes son capaces de perseverar. «Ahora mismo, sin contar el filial y el primer equipo, tenemos formándose en el club a medio centenar de jugadoras», recuerda Enrique Iglesias, uno de tantos ‘genios’ escondidos en la sombra que aportan su particular grano de arena para que la entidad «siga siendo un referente» con presente «y sobre todo con futuro».
El responsable de la cantera del Cleba no esconde las enormes dificultades que se encuentran a la hora de incorporar nuevas pupilas que ayuden a enraizar aún más el balonmano femenino en León. «Las captaciones son una de nuestras ‘armas’ principales para llegar a las chicas pero desde hace tiempo —ya con la corporación anterior— propusimos recuperar las escuelas municipales». La idea que manejan desde la cúpula —a grandes rasgos— es que los equipos infantiles los sigan llevando desde el Ayuntamiento pero adoptando el apellido Cleba. «Tenemos pendiente solicitar una reunión con el nuevo concejal de Deportes», confirma.
Mientras dan pasos hacia adelante, el día a día de la cantera se reparte entre los entrenos semanales y la mera competición, sin dejar de lado el importante trabajo de formación —con los valores del deporte como grandes protagonistas— que ejercen los técnicos. Aquí la conexión con el primer equipo —espejo en el que se miran todos— es constante. No se trata solo de que las integrantes del Rodríguez Cleba mantengan un contacto directo con la base, es que parte de ellas se han convertido en entrenadoras de los diferentes conjuntos. Cristina Viñuela, Salma Villafañe o Isabel Rosinos —entre otras— son claros ejemplos de esa simbiosis. Alba González, Josines del Ganso o Yoana de Prado también forman parte de la estructura.
Con el primer equipo luchando por recuperar la máxima categoría del balonmano femenino español —por ahora ocupan la tercera posición de la tabla con nueve victorias, un empate y dos derrotas— el resto del ‘esquetelo’ del Rodríguez Cleba pelea —con mayor o menor acierto— en sus diferentes ligas. «Las infantiles de segundo año se han clasificado para el Campeonato de Castilla y León que se disputa en enero de 2020 y las de primer año para la Copa», recuerda el también secretario del club.
Mantener los equipos de base del Rodríguez Cleba tiene un coste aproximado de 6.000 euros cada uno. Cantidad que sufragan gracias al esfuerzo de los padres que religiosamente pagan las cuotas, a los diferentes patrocinadores que han apostado por el club y a las subvenciones de Ayuntamiento, Diputación, Universidad de León y Junta. Todos reman en una misma dirección. Mejorable sí, pero necesaria.
No todo el mundo alcanza a comprender la importancia que tiene para un club humilde —pero cargado de sueños— como el Rodríguez Cleba el hecho de contar con una cantera sólida. «Para nosotros es básico. Piensa que para subir a la élite o cuentas con gente de la casa y una estructura de jugadoras de León o es prácticamente imposible. Ya es difícil mantenerse en la categoría de plata así que imagínate». A corto y medio plazo seguirán haciendo más captaciones no solo en León capital sino alrededor de toda la provincia. Pero albergan nuevas ideas. «Queremos potenciar la cercanía de las jugadoras del primer equipo con los estudiantes a través de visitas y charlas», entre otras medidas. «Claro que hay muchos problemas para que este deporte femenino crezca. Piensa que el balonmano masculino, con el Ademar como referente, tiene mucho más peso que nosotros. Contra eso es complicado luchar. Pero procuramos hacer nuestro camino despacio aunque sin detenernos», matiza.
Una gran mayoría de las canteranas del Rodríguez Cleba formarán parte del primer equipo en un futuro próximo. Todas, sin embargo, son ya protagonistas de una increíble historia que se construye a diario.