Diario de León

Balonmano

«No hay un sitio mejor que León para luchar por estar en Tokio»

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Mireya González ya es historia del balonmano español tras colgarse la medalla de plata en el último Mundial. La leonesa fue una de las jugadoras más utilizadas por Carlos Viver, que aprovechó la fortaleza del grupo para dejar en evidencia los pronósticos que lanzaron los expertos cuando arrancó el torneo. Nadie contaba con ellas, pero las Guerreras hicieron honor a su apelativo y se crecieron ante la adversidad.

Todavía no es consciente de todo lo que supone esta hazaña. Necesita aterrizar. Tomarse un tiempo. Apenas lleva una semana en León. «Muchísima gente me ha transmitido cuánto ha sufrido, disfrutado y reído con la selección española durante todo el Mundial de Japón. Eso me ha ayudado a darme cuenta de lo que representa esta medalla», agradece orgullosa.

Espera que los focos no se apaguen cuando pasen los días y que esta plata sirva para ayudar al balonmano, aún convaleciente por la crisis. Ella, como tantas otras, tuvo que emigrar para poder competir al máximo nivel. Ahora lo hace en Rumanía. Concretamente en el SCM Râmnicu Vâlcea. Antes estuvo en el Györi húngaro, con quien ganó la Liga de Campeones. También militó en el Siófok. Le gustaría regresar a España a medio plazo y confía en que las empresas den un paso al frente y se impliquen de verdad.

Afronta un 2020 emocionante, con el preolímpico en el horizonte más cercano. Tokio es el próximo objetivo. Le gustaría que lo acogiera León, su ciudad, donde dio sus primeros pasos como jugadora. «Sería un alegría inmensa. Creo que no habría un feudo mejor para poder luchar por algo tan importante», subraya. Un deseo que ya le transmitió al alcalde José Antonio Diez en el homenaje que le brindó el Ayuntamiento. Antes estuvo en la Moncloa, aunque fue en el aeropuerto donde vivió uno de los momentos más emocionantes. Cientos de personas las aclamaron a su llegada.

—¿Ha podido asimilar ya lo que supone para el balonmano español la primera medalla de plata en un mundial femenino?

—Creo que sí. Estos días en España muchísima gente me ha transmitido cuánto ha sufrido, disfrutado y reído con la selección española durante todo el Mundial de Japón. Eso me ha ayudado a darme cuenta de lo que representa esta medalla para el balonmano español.

—Un metal que pudo ser de oro. ¿Ha pensado mucho en esa última jugada?

—No le he dado mas vueltas desde que nos fuimos de Japón. Es una pena que la IHF no utilice el instant replay y creo que deberían rectificar de cara al futuro. Pero hemos trabajado mucho y duro para quedarnos con un sabor amargo pensando en lo que pudo ser si la decisión arbitral hubiese sido otra. El campeonato ha sido largo y hemos tenido mil momentos bonitos que quedarán grabados a fuego en la memoria de todas las jugadoras.

—¿Con cuál de todos esos momentos únicos se queda?

—Es difícil elegir solo uno. El partido contra Montenegro, con esa victoria en el último segundo que nos daba los cuatro puntos para pasar a la main round. Teníamos todo a favor para soñar con las semifinales. Como no, también me quedo con el partido ante Noruega. Quizá fue el encuentro perfecto. Además tras esa victoria ya sabíamos que pasase lo que pasase contra Holanda nos iríamos de Japón con una medalla de plata al cuello.

—Parece, cuanto menos, llamativo que en un mundial no se use la tecnología. Quizá esto sirva para que no vuelva a pasar en torneos de tanta envergadura.

—El porqué la EHF uso la tecnología el año pasado y la IHF la ha obviado este año, lo desconozco. Pero no me imagino ninguna razón de peso que me pudiera convencer.

—Más allá de ese hecho, esta selección pasará a la historia. ¿Qué supone formar parte de algo tan grande?

—Es un sueño hecho realidad. Poder representar a tu país vistiendo la camiseta de las Guerreras es un sueño, pero llegar a colocar en nuestro cuello una medalla de plata es algo que no puedo describir.

—¿Esperaba un reconocimiento tan importante como el que han tenido? Lo del aeropuerto fue impresionante. Había mucha gente joven.

—Es emocionante ver a tanta gente implicada y agradecida, especialmente tantos niños y niñas. Creo que muchas personas se han sentido identificadas con nuestros valores, y con cada paso adelante que hemos dado en el campeonato del mundo. Eso ha sido un triunfo de todos los que formamos parte de la selección española.

—¿Cuál cree que ha sido la principal virtud de este equipo para conseguir la medalla de plata?

—Creo que hemos sido muy disciplinadas y regulares durante todo el campeonato. No hemos dado por perdido ni por ganado ningún partido hasta el minuto sesenta. Hemos demostrado que Guerreras no es solo un nombre, es también una actitud.

—¿Les molestó que cuando arrancó el campeonato nadie os tuviera en cuenta para luchar por las medallas? España no entraba en ninguna de las quinielas.

—No, nunca nos molestó. Te motiva y te quita presión, pero molestar no.

—Una selección joven que ahora tiene que ganarse una plaza para Tokio en el preolímpico. Casi no hay tiempo para celebraciones ¿Le gustaría que se disputara en León?

—Sería un alegría inmensa. Creo que no habría un feudo mejor para poder luchar por algo tan importante para nosotras en una ciudad que se vuelca con el balonmano como es León. Y para la ciudad sería una apuesta muy importante por el deporte femenino, y, sobretodo, por el deporte en general, por todos los valores que transmite a los niños y niñas. Apostar por el deporte es ganar en educación.

—Los aficionados leoneses han estado durante todo el campeonato muy pendientes de usted. ¿Le llegaban los mensajes de apoyo?

—Me he sentido muy apoyada por todo León, he recibido mil mensajes y ha sido un orgullo para mí llevar el nombre de mi ciudad hasta muy cerquita de la cima mundial.

—León siempre ha sido una ciudad volcada con el balonmano, pero la crisis ha hecho estragos, sobre todo en el Cleba. ¿Qué se puede hacer para que la liga española vuelva a ser competitiva?

—Creo que la Federación española lleva años trabajando en poner unas bases para el crecimiento de este deporte. Tenemos buenos técnicos y buenas jugadoras, pero necesitamos mas implicación por parte de las empresas y de las diferentes entidades. Quizá tengamos que hacer todos un mayor esfuerzo. Los medios de comunicación también tenéis vuestra labor y responsabilidad en este sentido.

—La mayoría de jugadoras internacionales emigran para poder competir al máximo nivel. ¿Debería ayudar este subcampeonato al balonmano español?

—Debería ayudar, y estoy segura que lo hará. Espero que haya muchas empresas y entidades que comprendan y sepan aprovechar este valor. Así se generarían las sinergias necesarias. Hay que apostar por el balonmano.

—Y sin ligas fuertes y clubes sólidos, es difícil que las niñas que vienen por detrás al final quieran ser jugadoras de balonmano. Ahora muchas se miran en vuestro espejo. Sueñan con ser Guerreras.

—Yo creo que eso no cambia el hecho de que una niña que quiera jugar a balonmano lo haga. Porque si te apasiona el balonmano encontrarás la manera. Hay muchas jugadoras hoy en España compaginando estudios o trabajo con los entrenamientos y partidos. Son claros ejemplos de superación y sacrificio.

—Ha tenido que hacer sacrificios importantes para llegar a una final de un Mundial, como relataba en la carta que escribió tras ganar la plata. ¿De quién se acuerda cuando consigue un éxito tan importante tras tantos años de esfuerzo?

—Me acuerdo de mi familia, siempre, en los momentos bonitos, porque me llevaron hasta ahí. También en los momentos duros porque no hay nadie que crea en mí como lo han hecho siempre ellos. A mi madre, mi padre y mi hermana les debo lo que soy hoy y cada objetivo que he conseguido cumplir desde que se me ocurrió agarrar una pelota de balonmano.

—¿Qué le pide a 2020 después de ganar la Champions y la EHF en apenas tres años?

—Voy a ir pasito a pasito como hemos ido a lo largo de este campeonato. A día de hoy le pido una clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio. Y después ya veremos.

—¿Le gustaría regresar a España a medio plazo o lo ve imposible dada la situación por la que atraviesa el balonmano?

—Me encantaría regresar a España, aunque ahora mismo estoy muy contenta en mi club. Tenemos muchos retos por delante. Ojalá en un futuro pueda volver a competir en la liga de mi país.

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