Diario de León

Slavic y Mosic rescatan un punto

Juanjo Fernández intenta superar a la fuerte defensa del Cocks finlandés, un rival muy sólido en esa faceta. MAURI RATILAINEN

Juanjo Fernández intenta superar a la fuerte defensa del Cocks finlandés, un rival muy sólido en esa faceta. MAURI RATILAINEN

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Cocks 19 Abanca Ademar 19 El portero y el lateral balcánicos salvan en Finlandia un mal partido del equipo leonés, que siempre fue a remolque de un rival muy bien plantado en defensa

sergio c. anuncibay | león

Un punto. Ese es el botín que ayer rescató el Abanca Ademar en Finlandia (19-19). Y tiene que darlo por bueno porque enfrente se encontró a un Cocks que fue siempre por delante en el marcador y que, incluso, llegó a disfrutar de hasta cuatro goles de ventaja.

No resultó nada fácil el primer partido de la Liga de Campeones, a pesar de que los leoneses afrontaban el choque como favoritos al enfrentarse a un rival que debutaba en la máxima competición continental. A los de Guijosa les costó un mundo cogerle el ritmo al encuentro y sufrieron mucho en cada uno de los ataques posicionales. La solidez defensiva del equipo finés, cargado de kilos y de centímetros, ahogó las transiciones ofensivas de un Ademar que, aunque nunca bajó los brazos, cometió demasiados errores en el balance.

Solo Ivan Mosic, autor de cinco goles, fue capaz de perforar con cierta frecuencia la portería de un Morkunas que veía como el lateral serbio le martilleaba desde más allá de los nueve metros. De su brazo salieron tres lanzamientos consecutivos que significaron el 18-18 a falta de únicamente diez minutos de partido. También marcó el recién llegado el tanto del empate a 19, con apenas un puñado de segundos por delante. Resultó fundamental la aportación de Slavic en la segunda parte. Dio un auténtico recital. Incluso dispuso el conjunto visitante de un último ataque para sumar la primera victoria en la Liga de Campeones, pero el 6-0 del Cocks frustró la remontada del bloque ademarista, al que se le agotó el tiempo.

No ayudaron los ocho tantos del capitán Ronnberg, una auténtica pesadilla para un Ademar que debe valorar este empate después de ir siempre a remolque de un contrincante que tiene en su plantilla a varios jugadores bregados en mil batallas. Además se regalaron demasiados balones durante prácticamente todo el choque.

Eso hizo que los locales pusieran tierra de por medio nada más arrancar el compromiso. Carrillo anotó el primer gol de los leoneses, después de un parcial de salida de 2-0 que significó toda una declaración de intenciones. La defensa, principal arma de Guijosa las últimas temporadas, no rendía a su nivel y en la parcela ofensiva faltaba la fluidez necesaria para encontrar espacios que permitieran disparos fáciles.

Lukyanchuk y Puljizovic hicieron saltar las alarmas en el banquillo leonés con dos acciones consecutivas que ponían en el marcador un preocupante 7-3. Entonces aparecieron los cañoneros del Ademar, Mosic y David Fernández, quienes redujeron la renta a un solo tanto (8-7).

Las fuerzas estaban más parejas, pero la escuadra leonesa era incapaz de igualar la contienda a pesar de que había mejorado sus prestaciones. Los nórdicos enfilaron el túnel de vestuarios con una ventaja exigua (13-11), pero suficiente para que Guijosa moviera el banquillo.

Apostó por Slavic, que ya ante Logroño ofreció un rendimiento muy bueno, y no se equivocó. Es cierto que el equipo mutó completamente tras el descanso. Se pareció mucho más a esa versión que, por momentos, ofreció ante los riojanos en el primer encuentro de la campaña. Pero sin las intervenciones del portero balcánico hubiera sido imposible llegar al último tramo del compromiso con opciones.

Si bien, Rönnberg campaba a sus anchas y volvió a abrir una brecha importante (16-13) que desembocó en un tiempo muerto solicitado por el técnico madrileño. No le gustaba nada lo que veía sobre la pista del Vantaa Arena. Demasiados errores. La defensa había mejorado mucho, pero en ataque había pocas soluciones.

Aún así, consiguieron empatar el duelo a falta de diez minutos para el final (18-18), tiempo en el que tan sólo hubo dos goles más, uno por cada lado.

Otra vez fue Mosic quien cogió la responsabilidad en ataque y, de nuevo, no le tembló el brazo. Tres cañonazos suyos asustaron a un Cocks que veía como el triunfo, cantado hasta ese momento, se le podía escapar entre la punta de los dedos.

Antes Slavic había puesto el candado a su portería con varias paradas a bocajarro que alimentaron la voracidad del equipo leonés, que pudo llevarse la victoria en el último suspiro. Disfrutó de un ataque de poco más de veinte segundos, aunque el Cocks le dio pocas opciones. La agresividad de su defensa evitó que el Ademar encontrara la portería. Un último golpe franco lanzado ya sin tiempo por Mosic acabó en las manos de Morkunas, no sin cierto suspense. Ahora hay que centrarse en la Liga porque esto no para. El sábado visitan al Anaitasuna.

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