La suerte esquiva al Barça y lo empareja con el Nápoles

Tenía peligro el sorteo de la ronda previa de octavos de la Liga Europa y sobre todo el Barcelona, sin fútbol, sin dinero y sin suerte esta campaña, lo sufrió en sus carnes ya que le correspondió nada menos que el Nápoles de Spalletti. Un duelo con más pinta de la Champions que de la segunda competición continental. Además, los azulgranas jugarán la vuelta en el estadio Diego Armando Maradona, siempre muy caliente.

El Barça, no obstante, guarda un buen recuerdo reciente con el Nápoles. Con Setién como entrenador, los azulgranas eliminaron a los italianos en los octavos de final de la Champions 19-20. El Nápoles ocupa actualmente el cuarto puesto en la Serie A después de once victorias, tres empates y tres derrotas, pero está en la pelea por el título, a cuatro puntos del Inter, tres del Milan y uno del Atalanta. Posee muy buenos jugadores, como el belga Dries Mertens, el delantero internacional italiano Insigne o el centrocampista español Fabián Ruiz. Era un equipo muy alegre, vistoso y de marcado carácter ofensivo con el revolucionario Maurizio Sarri, pero con Spalletti en su banquillo se muestra más equilibrado en defensa.

Más afortunado resultó el sorteo para el Sevilla, el segundo club español procedente de la máxima competición europea, ya que se medirá al Dinamo de Zagreb croata, sobre el papel muy inferior al conjunto de Lopetegui. Por su parte, Real Sociedad y el Betis lograron evitar al Dortmund y al Nápoles, los cocos procedentes de la Liga de Campeones, pero no puede decirse tampoco que estén muy contentos con lo que les deparó el bombo. El Leipzig, oponente del equipo de Imanol Alguacil, es un rival alemán con un crecimiento exponencial en los últimos años, aunque ha acusado el golpe de perder al técnico Nagelsmann. Y el conjunto de Manuel Pellegrini se medirá al Zenit de San Petersburgo, acostumbrado a disputar la Champions en los últimos años.