La unidad b entra en escena

De lo que resta de Mundial, el encuentro de esta tarde frente a Uruguay —15.30 horas, en Teledeporte — se antoja como el más sencillo para la selección española. El conjunto de Jordi Ribera puso pie y medio en los cuartos de final tras imponerse a Alemania el pasado jueves y ahora depende de sí mismo e intentará hacerlo como primero de grupo. Un puesto que se jugará el lunes contra Hungría. Lo de hoy, sin desmerecer al combinado sudamericano, es un mero trámite que servirá asimismo para que el seleccionador dé minutos a los menos habituales al tiempo que se reserva a sus primeros espadas para la batalla por el liderato.

Si la selección española vence hoy a Uruguay y Hungría hace lo propio con Polonia, los Hispanos estarán de forma matemática en los cuartos de final de un campeonato en el que claramente han ido de menos a más. Todavía no han rozado el partido perfecto, pero sí es cierto que con los alemanes subieron el nivel. Esa falta de ritmo en algunas fases de todos sus partidos tiene mucho que ver con la escasa preparación previa que han tenido, acrecentada aún más después de no poder medirse a Croacia por el temporal de nieve que asoló Madrid hace dos semanas.

Raúl Entrerríos y los porteros Corrales y Pérez de Vargas son tres de los mejores hispanos hasta la fecha, secundados por Maqueda, los hermanos Dujshevaev y el ademarista Rubén Marchán, quien se ha colado en el siete inicial de Ribera con todo merecimiento. El pivote aporta y mucho a un ataque que poco a poco va a más.

En cuanto a Uruguay se trata de una de las selecciones más débiles. De su juego poco puede decirse más allá de que su manifiesta inferioridad la suplen con el espíritu de aprender y de seguir avanzando en un deporte marginal en su país. Y en el balonmano, un equipo aficionado es prácticamente imposible que doblegue a uno profesional.