Vaquera pone a punto a los árbitros del Mundial

De León a Australia para un trayecto de 17.766 kilómetros. Ese es el camino que ha seguido el leonés Alejandro Vaquera para presentarse en el Mundial de baloncesto femenino en el que, como viene sucediendo desde hace ocho años, supervisará, pondrá a punto y si es preciso buscará la mejor solución para optimizar el estado físico de los 24 árbitros que dirigirán el campeonato desde mañana hasta el 1 de octubre.

Para este licenciado en Educación Física y Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte este cometido, del que es el responsable por parte de la Federación Internacional de Baloncesto (Fiba) está dando ya sus frutos en una mayor profesionalización del colectivo arbitral en un área en la que merced a su trabajo y el departamento que dirige ha posibilitado que los colegiados y colegiadas de todos los lugares del mundo puedan contar con un sistema de seguimiento y evaluación destinado a una mejora que ya se está apreciando en la pista.

En la última competición bajo la supervisión de la Fiba de 2022, Alejandro Vaquera está tratando sobre el terreno un escenario que dada la profesionalización de este deporte se convierte en clave. «El principal cometido es que intentamos en el apartado físico darle una connotación muy aplicada de las ciencias del deporte tanto a los entrenamientos como a la competición. Es aquí donde viene la tan hablada transferencia del conocimiento», apunta Vaquera.

Alejandro lleva ya varios días en Sídney, centro neurálgico de la competición en la que con la ausencia de la selección femenina española es el único representante de nuestro país. Y claro está, de León.

Una de las facetas que más está priorizando para este campeonato Vaquera y la propia Fiba es la de los largos desplazamientos. No en vano la mayor parte de los países y competidores se han tenido que trasladar miles de kilómetros. «En el caso de Australia hemos analizado incluso el sueño con unos protocolos específicos para minimizar los efectos del jet-lag y la verdad es que nos está yendo bastante bien», apunta.

«A los árbitros les teníamos hasta unos protocolos a seguir para los días previos al vuelo y en el propio vuelo para que llegaran en las mejores condiciones posibles. Es uno de los mayores retos que teníamos ya que el tiempo de viaje de la mayoría de los árbitros era de más de 20 horas de media, con al menos dos conexiones».

El trabajo del día a día y la monitorización de todo lo que ocurre en los partidos con el GPS es otro de los ejes de un trabajo que luego tiene su traslación a la Universidad de León donde se analizan y trazan las líneas maestras por si es factible una mejoría. Algo que en el caso de Alejandro Vaquera ha llevado a la propia Federación Internacional de Baloncesto (Fiba) a alabar y confiar en su persona un camino que después de algo más de ocho años muestra unos frutos importantes. Además el propio Alejandro como responsable del Área Física del Departamento de Arbitraje de Fiba también trabaja codo con codo con los responsables en este caso de Fiba Europa y AmeriCup (en el primero de los casos donde el propio Vaquera fue su director hasta la llamada de Fiba Internacional, con otro profesor de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de León, David Suárez) con el fin de relacionar los datos y si es necesario echar una mano por parte de la Federación Internacional.

Desde que accediera al cargo Alejandro Vaquera ya estado ya en todos los Mundiales de baloncesto que se han disputado así como en los Juegos Olímpicos, un cometido que se extiende también a las categorías inferiores de este deporte como este año ha sucedido con las sub-17 tanto masculina como femenina.

El ‘Willy Fog’ leonés acumula así otros cuantos de miles de kilómetros más a su maleta en la que sin duda alguna guarda innumerables anécdotas, amistades y mucho trabajo. Desde que comenzó a jugar al baloncesto para luego debutar muy joven a la edad de 16 años, como entrenador. Su carrera universitaria centrada en la actividad física y el deporte lo llevó a hacerse cargo del filial de Baloncesto León y de la preparación del equipo leonés en sus años en el baloncesto profesional. Luego vendría Fiba Europa y más tarde Fifa mundial sin olvidarse de su facete de docente en la Universidad de León. Y siempre con la mirada puesta en aportar su grano de arena al baloncesto.