Una vez más, Bolo llegó, vio y venció en Vallecas

Lo de Jon Pérez Bolo con el Estadio de Vallecas tiene algo de mágico. Ya lo demostró como jugador en sus seis temporadas goleando con la camiseta de la franja roja tanto en España como en Europa y ayer volvió a pisar el césped vallecano para dar una pequeña lección de fútbol, aunque esta vez lo hizo desde el banquillo visitante.

La afición de Vallecas, fiel como pocas a sus leyendas, le rindió una cariñosa bienvenida al que fue su delantero, ayer convertido en verdugo, y Bolo reconoció tras el partido que los recuerdos se agolparon en su cabeza cuando volvió a verse sobre la hierba de Vallecas: «al final cada uno sigue su vida, pero lo que vivimos juntos no se van a borrar y eso queda ahí para toda la vida».

Al final del partido fue la numerosa afición blanquiazul  (la colonia berciana en Madrid nunca falla) la que ovacionó al entrenador que ha devuelto la alegría a un equipo que sigue dando la talla en una Segunda plagada de estrellas.

Y entre esas estrellas, claro, está Yuri. El brasileño acudió una vez más a su cita con el gol y ya suma media docena esta temporada, los tres últimos en las tres últimas jornadas. Ahí queda eso.