Una campeona por la Ruta Jacobea
Villaécija cambia la piscina por el Camimo de Santiago
La nadadora de origen leonés cumple su promesa de peregrinar a Compostela por su buen papel en Atenas
La nadadora de raíces leonesas Erika Villaécija ha cambiado estos días el bañador por la ropa de caminante necesaria para realizar el Camino de Santiago. Olvidadas por unas semanas las largas sesiones de entrenamiento en la piscina y con el horizonte de los Juegos de Pekín del próximo año, Erika iniciaba hace cuatro días en compañía de su primo la Ruta Jacobea desde Astorga con el propósito de llegar el jueves a la ciudad compostelana. Con jornadas de más de 30 kilómetros (la de ayer precisamente fue de 48), la campeona de España, Europa y una de las nadadoras más brillantes de fondo pretende cumplir una promesa realizada hace casi cuatro años, la de acudir a Atenas y lograr hacerse un hueco en la final. Lo consiguió y ahora es el momento de cumplirlo no vaya a ser que en los próximos Juegos todas las ilusiones que tiene depositadas se esfumen. Erika Villaécija, que ayer llegó a Sarria, se refirió a la dureza del trayecto a pesar de su condición de deportista. «Es más cansado de lo que esperaba. Estoy acostumbrada a hacer deporte de forma horizontal y el estar tanto tiempo verticalmente te afecta y a la vez hace más duro tu objetivo». Sobre su convivencia con el resto de peregrinos Villaécija considera que esta Ruta sirve para conocer a las personas tal como son y no por lo famosas que sean. «Aquí eres uno más. Apenas te conocen y eso es bueno porque se abandonan los estereotipos. En estos días he aprendido mucho, en especial a comprender que el deporte no lo es todo». Y luego, un pequeño y merecido descanso en La Cepeda y Astorga antes de retomar los entrenamientos en septiembre.