Volver a ser los mismos

Después de la decepción e inesperado giro del partido ante Japón con un resultado contrario, tras diez minutos donde la selección desapareció perdiendo la concentración y el control del partido, ha habido tiempo de hacer un exhausto examen de conciencia, analizar lo sucedido y recuperar sensaciones positivas, la confianza y la ilusión del inicio del campeonato.

Hoy empieza lo decisivo, donde una derrota y una situación similar a la del último encuentro del grupo te envía para casa. El rival Marruecos no es ninguna pera en dulce y trae en sus credenciales ser primera de grupo, cediendo sólo un empate. La selección española tiene que volver a ser ella misma, con esa presión fuerte cuando el rival tiene el balón para recuperarlo lo antes posible, controlar el partido teniendo la posesión, buscando con rapidez movimientos claros y con opciones de acercarse con peligro a la portería contraria, aprovechando las ocasiones, sin obsesionarse, pero teniendo la confianza de que se puede abrir el marcador lo antes posible. Todo ello sin descuidar el aspecto defensivo a través de las contras, estando muy pendiente de los balones aéreos, donde la selección más está sufriendo.

Luis Enrique y su cuerpo técnico tiene que volver a crear esa ilusión y que la selección vuelva a su juego habitual, donde esa mezcla de juventud y experiencia por parte de algún jugador se tiene que hacer notar en momentos donde solo vale la victoria para ir pasando rondas.

Todo un país está pendiente de ver a esa España del estilo del seleccionador, valiente, demostrado su calidad futbolística y buscando esa intensidad, que genere ocasiones y finalicen en la red rival. La plantilla sabe lo que se juega, no debe fallar, porque irse a casa otra vez en octavos sería un fracaso de nuevo. Hoy día de la Constitución se tiene que hacer honor a ella.