«Me voy con un sabor amargo por no haber podido ascender»

Miguel Ángel Miñambres Fernández (Astorga, 1971) no seguirá al frente del Atlético Astorga la próxima temporada. Tras la eliminación sufrida el pasado sábado ante el Mirandés B en el play off de ascenso a la Segunda División RFEF de nueva creación, el técnico astorgano decidió abandonar la disciplina de la entidad verde.

—¿Por qué se va?

—Creo que todo tiene un final y este es el momento que considero oportuno para dar un paso a un lado. Aunque estoy muy agradecido y orgulloso de haber dirigido al Atlético Astorga creo que llevo mucho tiempo. Soy el entrenador que más partidos ha dirigido al Atlético Astorga en la historia, algo que nunca soñé, y aunque me voy triste por no haber conseguido el ascenso también me voy contento por haber cubierto una etapa muy buena del club.

—¿Cómo se va?

—Me voy con un sabor amargo en lo deportivo por no haber cumplido el sueño de poder ascender con el equipo de mi ciudad. Por lo demás, y con las dificultades propias del día a día, satisfecho por que en estos dos años lo bueno supera a lo malo.

—¿Cómo valora esta última etapa al frente del Atlético Astorga?

—Ha sido una etapa muy difícil porque el club tenía unas aspiraciones muy altas pero a su vez muy bonita. Creo que hemos hecho muy buenas temporadas porque hemos jugado dos play offs en cuatro campañas, en otra nos quedamos a cinco minutos de poder jugarlo y la otra fue la pasada, marcada por la pandemia al no poder finalizarse con normalidad. El Atlético Astorga sólo ha disputado cuatro play offs en su historia y he tenido la fortuna de dirigirlo en dos de ellos. Creo que el balance es muy positivo y coloca al club entre los punteros de Tercera División.

—¿Cuál ha sido su mejor momento al frente del Atlético Astorga en esta etapa?

—Desde el punto de vista interno esta temporada he estado muy contento. Tenía una plantilla menos potente económicamente pero con un compromiso y una capacidad de trabajo que me ha permitido ser feliz prácticamente entrenando todos los días y eso es muy difícil para un entrenador. Deportivamente, con el play off, cuando ganamos al Algeciras o, incluso cuando perdimos con el Vitoria, porque ver a toda la ciudad volcada con su equipo sin ningún tipo de reservas, con cerca de 2.500 personas en La Eragudina en una ciudad como Astorga, pera mí ha sido una satisfacción enorme.

—¿Y su peor momento?

—Creo que los peores momentos siempre se dan en el vestuario. La gestión de un entrenador siempre es muy complicada lo que provoca a veces situaciones muy difíciles. Para una persona que es pasional como yo, se desgasta muchas veces. Unas por error de los entrenadores y otras de los jugadores. No tengo un momento que pueda decir que he sufrido, salvo las decepciones como la sufrida ante el Mirandés B, en la que fallamos un penalti que era nuestra vida y además lo falla Diego Peláez, un jugador que es un ejemplo, y que a mí me afectó muchísimo, y ese ha sido un momento muy duro.

—¿Cómo vivió el final del partido ante el Mirandés B?

—Cuando encajamos el gol fue un mazazo, pero después el empuje de mis jugadores fue algo grande. Piensas, como un equipo que ha tirado dos veces entre los tres palos puede ir ganando. Luego, cuando se señaló el penalti, se juntaron muchas cosas y como tengo una confianza muy grande en Diego Peláez siempre creí que lo iba a meter y si lo hacía estábamos en la final porque nosotros estábamos mucho mejor. Fue una sensación agónica que nos dejó muy fríos y muy dolidos.

—Echando la vista atrás, ¿qué cambiaría si pudiera?

—Realmente cambiaría muy pocas cosas. Quizá la temporada pasada no fue como esperaba. Quizá hubiera tenido que hacer una recomposición de la plantilla de una forma más radical como lo hicimos esta última temporada. No reprocho nada a nadie, ni siquiera a mí mismo. Hemos ido día a día, trabajando muy fuerte. No encuentro motivos, salvo los deportivos, muy dolorosos.

—¿Cómo ve el futuro del Atlético Astorga?

—Está marcado por el presente y el pasado y ese ha sido Sagrario González. Si ella no continúa habrá un cambio. Al principio los ajustes siempre cuestan y el cambio pasaría a ser de gente muy experimentada a otra con menos experiencia, pero si la gente que llega es trabajadora, tiene ilusión y no se vuelve loca conseguirá cosas importantes, aunque también es cierto que mantener al Atlético Astorga en estos niveles es muy complicado.