Vuelta a los orígenes

A rrancó la segunda vuelta y los resultados cosechados por los equipos no varían en demasía la trayectoria mostrada en la primera parte ya disputada. La línea de resultados se asemeja al juego desplegado por los equipos, dándose pequeñas variaciones que estrechan o alejan las distancias en algún momento de la temporada entre todos los conjuntos. La competición es una carrera de larga distancia, donde la regularidad suele ser juez y referencia hasta el final, para marcar la trayectoria de un equipo y su posición en la clasificación.

Cada vez resta menos para que los cambios aparezcan, y las necesidades comienzan a ser mayores. El conjunto culturalista después de tres jornadas sin conocer la senda de la victoria, volvió a ella para mantener el liderato en este grupo, no sin cierta dificultad y algunos momentos de incertidumbre. Los puntos cada partido que pasa son más complicados ganarlos porque todos los conjuntos se juegan algo llegada esta parte de la temporada, la cual permite mínimos errores. Las sensaciones continúan siendo positivas e ilusionantes, aunque hay ciertas fases de la competición donde la frescura, el ritmo y la forma de juego no es la misma, pero se dan alternativas para contrarrestar esas faltas y pequeños bajones. El mercado de invierno está llegando a su fin y es fundamental pescar algún buen refuerzo para mantener y consolidar la plantilla de cara a lo que resta de temporada. La primera piedra está puesta, la continuidad de Gallar.

En Ponferrada las alegrías duran muy poco, y es que cuando un equipo intenta levantarse, un fallo puede convertirse en un golpe muy duro, difícil de entender y con un lastre complicado de recuperar. La temporada está siendo muy irregular, sin una línea de continuidad y con unos vacíos que no terminan de controlarse.