Diario de León

FÚTBOL | SEGUNDA DIVISIÓN B

101 fichajes y cuatro entrenadores

La Cultural comienza la quinta temporada con Aspire al mando y otro plan lleno de bajas y altas que llevan al equipo leonés a acumular en cuatro años más de un centenar de contrataciones. Aira volvió tras ser despedido después de un despilfarro de 1,3 millones en rescisiones

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Aspire Academy tomó el control de la Cultural en la temporada 2015/2016 después de firmar un contrato de compra por valor de 1,7 millones de euros, que correspondía a la deuda de la sociedad deportiva. Las negociaciones con el centro de excelencia catarí —impulsado en 2004 para formar deportistas de élite— se prolongaron por espacio de mes y medio, según desveló en su momento el director general del club leonés, Felipe Llamazares. Así se evitó la disolución de la entidad, incapaz de generar tantos recursos por sí sola. El desembarco de la Academia provocó un cambio radical en la gestión del equipo, tanto en lo económico como en lo deportivo. El dinero catarí trajo consigo muchísimos fichajes desde su llegada. A una media de una veintena de nuevas incorporaciones por cada una de las cinco campañas que lleva Aspire en León, la cifra de fichajes ya pasa de la centena. Son 101 futbolistas de nueva contratación y cuatro entrenadores, cuando la quinta temporada de la etapa catarí no ha hecho más que comenzar.  

El primer mercado de fichajes para el presente ejercicio deportivo concluyó el día 2 de septiembre, aunque la Cultural todavía persigue la contratación de un delantero que actualmente se encuentra en el paro. Si lo cierra alcanzaría el fichaje número 102 desde que Aspire se hizo con el dominio de la entidad blanca.  

Felipe Llamazares aseguró que esta alianza permitiría a la Cultural tener viabilidad y despejar en un periodo razonable de tiempo el camino hacia categorías más ambiciosas, una vez resuelta su deuda. Precisamente ese fue el compromiso que adquirió Aspire Academy, dependiente del estado árabe, que asumió todo el déficit generado por la sociedad. En total, casi dos millones de euros.

 

Cuando acaba de comenzar la quinta temporada con la academia catarí al mando, la Cultural soló alcanzó las estructuras del fútbol profesional con el ascenso a Segunda División en la temporada 2016/2017 y volver a caer en el infierno de Segunda División B al final de la siguiente campaña, en ambos casos con Rubén de la Barrera como entrenador.  

Cinco temporadas con cinco proyectos repletos de nuevos futbolistas en la plantilla. Ni un solo plantel culturalista ha tenido continuidad. Primero se vendió que la Cultural se convertiría en un Centro de Formación Internacional de futbolistas instaurado por Aspire en León, con afán de preparar jugadores de nivel para el Mundial de Catar 2022. Por este motivo inicial, el club leonés fue sumando cada vez más efectivos con promesas cataríes. Con la llegada de Madibo y Almoez se incrementaron los jugadores procedentes de Catar que se pusieron a las órdenes de Juan Ferrando. Además de Sultan Al Brake, Tameem Almuhaza y Stephen Babalola. Otros futbolistas enviados por la Aspire Academy pasaron a engrosar el segundo equipo culturalista, mientras que algunos más jóvenes se enrolaron en el conjunto juvenil.

 

Tras una primera temporada sin los resultados apetecidos como consecuencia de un vestuario revuelto para provocar lo que se perseguía, la salida del entrenador Juan Ferrando, se pasó a un segundo ejercicio deportivo con Rubén de la Barrera al frente del banquillo culturalista. El mismo objetivo fue el de codearse con los grandes de la categoría, acabar primero de grupo y ascender. Con un proyecto totalmente nuevo y apostando otra vez por un cambio casi total de la plantilla, la Cultural conquistó la Segunda División 43 años después para emular a los míticos Villafañe, Larrauri, Ovalle y compañía.

 

Después de una temporada irregular y cuando el equipo estaba prácticamente salvado del descenso, la Cultural cayó de nuevo a los infiernos de la Segunda División B. Y claro está, el club culturalista optó por otra revolución de la plantilla para la siguiente campaña. Cuarto año de Aspire y cuarto proyecto. Otra infinidad de fichajes que algunos no llegaron ni siquiera a comenzar el campeonato de Liga. De nuevo carrusel de cambios hasta en plena pretemporada. Con Víctor Cea en el banquillo, la Cultural jamás conectó con la grada. Muy pronto surgieron las desavenencias en el entorno culturalista, que se prolongó al vestuario. Felipe Llamazares ordenó la contratación del entrenador José Aira, justo antes del descanso competicional en Navidad. Con el técnico berciano al frente, el equipo leonés volvió a echar y a contratar jugadores en el mercado de invierno. Ni Llamazares ni Aira variaron el discurso hasta que se vieron con el agua al cuello. Del objetivo de quedar primeros de grupo y ascender, se pasó al siguiente escalón menor de disputar el play off de ascenso. Al final de la Liga regular, fracaso total.

 

Ya comenzó el quinto plan. Antes de iniciarse, sinfín de bajas y altas. Sigue sin amigarse con una línea continuista. Despilfarro en pagar bajas millonarias. Aira vuelve tras ser despedido. Una temporada que marcará la continuidad o no de Aspire.

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