Diario de León

Los palomares

Los escondrijos de las palomas

Impulso al turismo y al patrimonio rural. Apenas se mantienen en pie. Por eso, la Asociación de Amigos de los Palomares se ha propuesto difundir estas construcciones tradicionales típicas del mundo rural leonés. Irma Basarte realiza el inventario. Ya tiene catalogados más de 900 templos colombolófilos. z? por nuria gonzález

Palomares situados en el tranquilo pueblo de Fáfilas, cerca de Valencia de Don Juan.

Palomares situados en el tranquilo pueblo de Fáfilas, cerca de Valencia de Don Juan.

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León

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Están repartidos por toda la provincia aunque buena parte de ellos apenas logran sostenerse en pie. Podrían ser más de 1.100. Son los palomares, cuyo origen se puede remontar, según los expertos, más de dos mil años atrás. Forman parte de la arquitectura tradicional leonesa y de su catalogación se ocupa la Asociación de Amigos de los Palomares, de la que es presidenta honorífica la etnógrafa leonesa Concha Casado. La impulsora de esta asociación, Irma Basarte, se encarga en sus ratos libres, con dedicación y esmero, de catalogar todos y cada uno de los palomares leoneses con el objetivo de dinamizar este patrimonio, que constituye una auténtica ruta de templos colombófilos (http://amigosdelospalomares.blogspot.com.es/).

De planta cuadrada, circular o rectangular, en cada comarca tiene sus peculiaridades. Así, se han construido, sobretodo, con piedra, madera o pizarra, en el Bierzo y zonas de montaña mientras que en la zona del Páramo, Campos y Oteros predomina el tapial, la madera y la teja roja. En sus paredes se guarecen y crían las palomas y en el patio se habilitan los comederos. Ya en la Edad Media existían leyes que regulaban su uso y su explotación.

Irma Basarte destaca la importancia de proteger este patrimonio aunque para ello, asegura, antes hay que conocerlo. Y eso es lo que se ha propuesto con su catalogación, un trabajo del que ya forman parte cerca de un millar de palomares en toda la provincia de León, incluidos restos y ruinas, y que espera completar en unos meses. «En esa Asociación no buscamos ni fondos para financiarnos ni socios, simplemente a todo aquel que quiera participar enviándonos fotos o contándonos la historia de su palomar», indica esta investigadora, que añade que es muy importante concienciar tanto a los dueños como a las instituciones de que hay que conservarlos, ya que forman parte de la arquitectura tradicional leonesa. Un trabajo que hace de forma «altruista y utópica» debido a su amor por las tradiciones leonesas. Una vez concluido el estudio se habilitarán rutas para que leoneses y visitantes puedan conocer más en profundidad los palomares, un atractivo más para el turismo rural.

La utopía de los palomares. Así denomina Irma Basarte a su inventario, en el que lleva meses trabajando sin apenas ayuda de ningún tipo y con la colaboración del Instituto Leonés de Cultura. Dice que esta idea surgió a través de su blog ttp://unmundofeliz-irma.blogspot.com/ (La utopía del día a día).

Cuando concluya su amplio estudio pretende que los palomares puedan ser restaurados aunque es consciente de las dificultades económicas que existen en la actualidad para invertir en patrimonio.

De lo que está convencida es que de su inventario servirá para abrir a los leoneses una ventana más sobre las costumbres y las tradiciones leonesas, en este caso, casi desconocida. También pide una mayor implicación de las administraciones públicas para que aporten su granito de arena en la conservación de la arquitectura tradicional leonesa.

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