Diario de León

Más allá de la muerte

El Museo Arqueológico de Cacabelos se sumerge en el Antiguo Egipto y muestra al espectador los secretos del mundo de ultratumba en una nueva exposición temporal que gira en torno a la figura de Ankesenamón, también conocida como la reina perdida, esposa del faraón más famoso de todos los tiempos, Tutankamón, e hija de Nefertiti y Akenatón. El Marca vuelve a sorprender con un montaje único y réplicas de piezas de gran valor

La muestra del Marca contiene réplicas de piezas egipcias de gran valor. Repartida en las tres plantas del edificio, el sótano es el espacio más íntimo, donde se ha recreado la tumba de la reina perdida y donde el visitante se encuentra con una momia que

La muestra del Marca contiene réplicas de piezas egipcias de gran valor. Repartida en las tres plantas del edificio, el sótano es el espacio más íntimo, donde se ha recreado la tumba de la reina perdida y donde el visitante se encuentra con una momia que

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m. carro
León

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El primer proyecto expositivo de este 2019 en el Museo Arqueológico de Cacabelos (Marca) tiene nombre de soberana egipcia. Ankesenamón. En busca de la reina perdida de Egipto es el título de una muestra basada en una de las civilizaciones más atrayentes e intrigantes de la historia antigua que invita a descubrir cómo era, realmente, el mundo de ultratumba.

Toda la exposición gira entorno a la figura de Ankesenamón, esposa de Tutankamón e hija de Nefertiti y Akenatón. La reina perdida y mitad de una historia de amor que acaba por ser el hilo conductor de un proyecto que se mueve entre el misterio y la aventura, entre rituales de inmortalidad, ajuares funerarios, tesoros, momias y hasta una tumba en el Valle de los Reyes [kv21] por descubrir.

Enseres funerarios, pinturas murales, objetivos y varios bustos forman parte del nuevo proyiecto expositivo del Marca . L. DE LA MATA.

Vasos canopos, ushebtis, escarabajos, amuletos, pectorales, ánforas... son sólo algunos de los objetos contenidos en una exposición en la que sobresalen piezas como las réplicas de la Piedra Rosetta, que facilitó el desciframiento moderno de los jeroglíficos egipcios; los bustos de Nefertiti y Tutankamón y de la paleta de Narmer, así como una imagen sobrecogedora del faraón Akenatón. La portada del periódico New York Times de 1923 que anuncia el descubrimiento de la tumba intacta de Tutankamón, el libro de memorias del Mariscal Berthier en Egipto, ilustraciones de David Roberts fruto de expediciones arqueológicas y cartografía original de 1816 son también parte del nuevo proyecto expositivo del Marca. Una apuesta personal de su directora y comisaria de la muestra, Silvia Blanco.

«Hemos pretendido que el espectador descubra, en cada pieza y en cada rincón, la sensación de que el Antiguo Egipto cobra vida», explica Blanco, convencida de que la acogida por parte del público será masiva. Entre los principales atractivos, la momia que reposa en la planta sótano. «Entramos en la tumba de una reina egipcia, Ankesenamón, y se nos abre una visión maravillosa: su ajuar funerario. Objetos que servirían a la reina en el más allá, ya que debían acompañarla en su viaje y serle útiles tras su llegada», apunta la directora del Marca.

El sótano del museo es la parte «más íntima» de una exposición con piezas repartidas en tres pisos. Una luz tenue evuelve la escena en la que se recrea la tumba de la reina egipcia, con pinturas al fresco que ilustran los guardianes de la puerta, los sellos de los esposos, el banquete funerario, el cortejo fúnebre, plañideras, instrumentistas y, al fondo, una pintura del dios Anubis realizando la apertura de la boca a la reina Ankesenamón.

Ankesenamón. La reina perdida de Egipto impacta y gusta a partes iguales. Consigue el efecto buscado. Es capaz de trasladar al visitante a otro tiempo, a otro mundo, saotra civilización. Y permite hacerse una idea fiel de cómo los egipcios veneraban la vida que hay después de la muerte. Todo hasta el mes de junio.

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