Diario de León

Asia apuesta por la nuclear contra las crisis climática y energética

Japón da un giro a las políticas que impulsó a partir de 2011 sobre las centrales atómicas, mientras que India, China y Corea del Sur aprueban nuevos proyectos ante el actual contexto

Los países asiáticos han vuelto sus miras a las posibilidades de la energía nuclear. OLIVIER HOSLET

Los países asiáticos han vuelto sus miras a las posibilidades de la energía nuclear. OLIVIER HOSLET

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El mundo se enfrenta a un claro dilema energético: hay que reducir las emisiones de CO2 e impulsar una transición hacia las renovables a la vez que se responde a una demanda creciente, con picos cada vez más pronunciados provocados en parte por el cambio climático, en un contexto de precios desorbitados y, en el caso de Europa, bajo la amenaza de un corte de gas por parte de Rusia.

Recetas mágicas no hay. Sobre todo a corto plazo. El ahorro energético puede mitigar levemente el problema, pero diferentes países han aceptado ya que la solución pasa por incrementar la generación energética de fuentes contaminantes, como el carbón. Y otros señalan que un elemento clave puede estar en la energía nuclear. Francia siempre lo ha tenido claro y ahora países que eran reticentes parecen verlo así también. Sobre todo en Asia.

El Ejecutivo de Japón anunció el miércoles un plan que supondría un giro de 180 grados a las políticas energéticas que impulso a partir de 2011, cuando un tsunami arrasó la central nuclear de Fukushima provocando el mayor accidente nuclear desde Chernóbil. El país del Sol Naciente llegó a apagar un año después los 54 reactores nucleares que aportaban un tercio de sus necesidades energéticas, y durante más de dos años prescindió de la fisión para generar electricidad. Pero en 2015 decidió reiniciar varias centrales si bien, hasta ahora, solo cuatro de los 33 reactores que la OIEA considera como operativos estaban generando electricidad de forma activa. Todo puede cambiar con la decisión del Gobierno nipón, que ha planteado incrementar hasta el 10% la energía que producen las nucleares y volver a operar 17 reactores de aquí al próximo verano, lo que permitiría duplicar ese porcentaje. El problema es que muchos de ellos están obsoletos, por lo que, además de proponer una extensión de su vida útil más allá de los 60 años, en su plan ‘Transformación Verde’ Japón ya contempla la construcción de nuevas plantas. En opinión de su primer ministro, Fumio Kishida, esta es la única fórmula que le permitirá al país reducir sus emisiones contaminantes para alcanzar la neutralidad de carbón en 2050, a la vez que controla los precios de la energía y revierte la creciente dependencia de sus importaciones de gas natural y carbón. «Ahora hay que lograr que la ciudadanía lo entienda», recalcó Kishida, en referencia al movimiento ciudadano contrario a lo nuclear.

En la vecina China son de una opinión similar. La segunda potencia mundial cerró 2021 con 53 plantas nucleares capaces de generar 55 gigavatios, solo un 5% del total de la electricidad que produce. Eso sí, hace dos décadas era del 1,4%. En su plan para reducir la dependencia del carbón, que sigue representando en torno al 70% de su ‘mix’ energético, el Gobierno chino planea incrementar esa variable a 70 GW en 2025 y a 150 GW en 2030. Para ello, en abril aprobó la construcción de seis nuevas centrales y el objetivo es sumar al menos 150 nuevos reactores en los próximos 15 años. Ya se trabaja en 17 y 43 más están a la espera del permiso para iniciar sus obras.

Por si fuese poco, China también ha proyectado la construcción de 30 reactores en diferentes países participantes en su megaproyecto de la Nueva Ruta de la Seda, con la intención de rivalizar en la exportación de esta tecnología con las principales potencias, EE UU y Francia, que hasta ahora han tenido poca competencia en un sector muy rentable. India, que prefiere hacer tratos con Washington, también ha decidido redoblar su apuesta por la nuclear. La pasada semana se conoció que la eléctrica NTPC se encuentra cerca de alcanzar un acuerdo con el Gobierno de Madhya Pradesh para construir allí dos reactores de 700 MW. Se sumarían a los otros dos que planea en Haryana.

India ya está construyendo nuevos reactores capaces de generar 6 GW de potencia, lo cual convierte al país en el segundo que más capacidad añade tras China. Y el objetivo del primer ministro, Narendra Modi, es triplicar su capacidad actual -el 3,2% del total de su ‘mix’- para reducir el uso de carbón -que representa el 70%- y alcanzar la meta de las emisiones cero en 2070, una década después que China y dos más tarde que Japón y la Unión Europea.

Lo realmente complicado es compaginar la descarbonización con el crecimiento económico, pero los gobernantes asiáticos parecen haber alcanzado un consenso sobre la necesidad de redoblar la apuesta por la energía nuclear para conseguirlo. No solo las grandes potencias. Incluso países mucho más pequeños, como Corea del Sur, se plantean producir el 30% de su energía de esta manera en 2030. Curiosamente, la Corea capitalista es, ya con el 28%, uno de los países que más electricidad generan gracias a la energía nuclear.

Y eso que ha reducido bastante ese porcentaje desde un récord del 44,6% en 2005. Extremo Oriente ha decidido redoblar su apuesta por la nuclear y ya produce por esta vía tanta energía como América del Norte, a la que superará en para liderar el sector a nivel mundial en cuanto se activen los reactores que está construyendo.

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