Diario de León

El Banco de España retrasa la recuperación seis meses más

Los analistas constatan que la «mala evolución» del covid les hace ser más «pesimistas»

Óscar Arce, director de Economía del Banco de España. JUAN CARLOS HIDALGO

Óscar Arce, director de Economía del Banco de España. JUAN CARLOS HIDALGO

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La mala evolución de la pandemia desde que comenzó el año inmersos en la tercera ola suponen una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento económico en el primer semestre, según advierte el propio Banco de España. Su director de Economía, Óscar Arce, advierte del frenazo de la economía debido a las restricciones de movimiento de los ciudadanos y el obligado cierre de negocios en muchos puntos de España por el incremento de contagios, lo que se ha reflejado en el ascenso del número de trabajadores en erte a finales de enero.

«La mala evolución de la enfermedad en los primeros compases de año nos lleva a ser más pesimistas a corto plazo», explicó Arce durante su participación en una jornada organizada por la AEB sobre el papel de los bancos en la gestión de las ayudas públicas, donde destacó que «el inicio del año está siendo algo más débil de lo que podíamos esperar los analistas hace unos meses, lo que está dando lugar a un reequilibrio del análisis de riesgos a la baja».

El Banco de España pronosticó en su último informe que la economía crecería entre un 4% y un 8% este 2021, dependiendo de la evolución de la pandemia y la vacunación. Por tanto, este mal comienzo de año podría derivar en unas nuevas proyecciones más focalizadas hacia la parte baja de la horquilla.

Arce incidió en que para que la recuperación llegue en el segundo semestre, tiene que haber un gran porcentaje de población vacunada y un «buen uso» de los fondos europeos Next Generation, una apuesta «sin precedentes en Europa».

«Tiene que salir bien», indicó.

Uno de los sectores más afectados por la crisis, la hostelería, sigue arrastrando en este comienzo del año las graves pérdidas que registró el pasado. Según las cifras de Hostelería de España, el sector cerró 2020 con pérdidas de 70.000 millones de euros, alrededor de la mitad de sus ventas, y el cierre definitivo de 85.000 bares y restaurantes. Quedan aún unos 360.000 trabajadores del sector en erte y han perdido su empleo unos 300.000 de forma completa, por lo que la recuperación del primer trimestre del año se aleja cada vez más.

Por ello, en la mesa redonda de la AEB, Arce consideró que España debe enfatizar en las reformas estructurales de la economía a través de los fondos europeos, modernizarse y acometer mejoras poniendo el acento en «acabar con la dualidad del mercado de trabajo», un problema «que no se debe dejar de lado» en esta ocasión. En este sentido, abogó por implementar la mochila austriaca, un modelo «muy útil» para reducir la dualidad y mantener la «flexibilidad» de la que disponen las empresas para ajustar sus necesidades de trabajo.

La recuperación económica depende en gran medida de la demanda interna, un factor determinante en el crecimiento económico de 2018 y 2019. Sin embargo, en esta ocasión tiene que haber un llamamiento al «consumo repsonsable» para evitar problemas de sobreendeudamiento en el futuro, buscando un equilibrio entre ahorro y consumo. Así lo señalaron la vicepresidenta económica Nadia Calviño y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante sus intervenciones en la clausura del concurso sobre educación financiera para alumnos de Bachilletato.

El gobernador destacó que las finanzas responsables incumben tanto a los clientes como a las entidades financieras y a los supervisores. Por un lado, los clientes deben «practicar un consumo responsable», lo que exige una autoevaluación de sus recursos disponibles y de su capacidad de endeudamiento. Y en cuanto a las entidades financieras, De Cos les instó a que practiquen lo que denomina «préstamo responsable», que implica evaluar adecuadamente la solvencia del potencial cliente antes de concederle financiación.

Aún así, la ministra Calviño aseguró que a corto plazo, tras los meses de restricciones forzadas por los confinamientos, es normal que los ciudadanos tengan ganas de consumir, pero a largo subrayó la necesidad de que haya ahorro y evitar el «conflicto» derivado de la dificultad de tomar decisiones a corto plazo adecuadas que puedan tener un impacto más adelante.

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