Diario de León

El BCE da un vuelco histórico y gira su lucha contra la inflación

El nuevo objetivo es del 2% y da la bienvenida a la flexibilidad en su nueva estrategia global

De Guindos y Lagarde presentan en Frankfurt el nuevo plan del BCE contra la inflación. MARTÍN LAMBERTS

De Guindos y Lagarde presentan en Frankfurt el nuevo plan del BCE contra la inflación. MARTÍN LAMBERTS

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

«El nuevo objetivo del 2% es abierto, no es un tope, y fácil de comunicar». Se acabó la ambigüedad, bienvenida la flexibilidad. Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, sintetizó en esos términos los rasgos del movimiento más novedoso que llega en la primera revisión de la estrategia del BCE en casi dos décadas, presentada ayer desde Fráncfort.

Sus decisiones en política monetaria continuarán guiándose por la referencia del índice de precios, como viene sucediendo desde el nacimiento del gran banco en 1998. Pero se afloja el corsé. El ‘blanco y en botella’ de esta decisión histórica es que se permitirá que los precios se disparen cuando se considere necesario. Con moderación y puntualmente, eso sí. Pero, de momento, no hay cotas límite (al ¿2,5%, 3,0%, 3,5%? Lo dicho, en el aire).

El BCE parte de un retoque redaccional: el «cercano pero por debajo del 2%» se abandona en sus comunicaciones como indicación formal (ciertamente enrevesada) para concluir en un simple y llano 2%. La nueva meta «proporciona un ancla clara para las expectativas de inflación, que es esencial para mantener la estabilidad de precios», se resaltó. Y, a partir de ahí, varias consideraciones. La primera. Será a medio plazo. Tanto que ya se tendrá en cuenta en la reunión del Consejo de Gobierno prevista para el día 22.

La segunda. Se habla de un objetivo simétrico. Esto es, «las desviaciones positivas o negativas respecto de ese objetivo son igual de indeseadas».

Y la tercera (clave) el emisor explica que cuando la economía está operando cerca del límite inferior de los tipos de interés nominales se necesitan medidas de política monetaria «contundentes o persistentes» para evitar desviaciones negativas. Esa es la situación que se vive desde hace años y que se ha intensificado durante la pandemia sin margen además para bajar los tipos de interés. La medida abre así una pista de aterrizaje.

Porque apuntala programas como el de la compra de deuda masiva a través de ese fondo de emergencia dotado con 1,85 billones de euros y que se mantendrá al menos hasta el final de marzo del 2022 «y, en todo caso, hasta que considere que la fase de crisis del covid-19 ha terminado».

Y como esa situación excepcional podría conllevar un «periodo transitorio» en el que la inflación se sitúe «ligeramente» por encima del objetivo, el BCE la desontará como factor para retirar los estímulos. Dicho de otro modo, no reaccionará con la retirada de sus coberturas o medidas de ajuste en los precios en episodios transitorios de alta inflación.

Sólo considerará el aumento de forma gradual y estable a medida que la pandemia se desvanezca. Dicho de otro modo, el BCE atenderá solo a esta última inercia (la buena) y eso le da mayor flexibilidad para seguir utilizando su arsenal anticrisis sin que se produzcan consecuencias negativas al tiempo que se reivindica como predecible y estable.

tracking