Diario de León

El BCE sube los tipos al 2,5%, nivel no visto desde la caída de Lehman en 2008

Eleva otro medio punto el precio del dinero y augura más subidas

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en su comparecencia de ayer. STEPHANIE LECOC

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en su comparecencia de ayer. STEPHANIE LECOC

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El Banco Central Europeo (BCE) continúa con su estrategia de subida de tipos, pero suaviza un poco el ritmo. Después de que la inflación de la eurozona diera una pequeña tregua en el mes de noviembre —al registrar una caída del 0,6% respecto al dato de octubre—, el Consejo Gobernador de la entidad, reunido este jueves en Fráncfort (Alemania), apostó por una subida del 0,5% de los tipos de interés, lo que eleva el precio oficial del dinero al 2,5%. Se trata de un nivel que no se veía desde el ya lejano año de 2008, cuando cayó el gigante nortemericano Lehman Brothers y prendió la mecha de la que sería después la gran recesión financiera y de deuda soberana. Con todo, la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, advirtió este jueves de que los precios seguirán siendo excesivamente elevados más tiempo del previsto, lo que obligará a seguir subiendo los tipos «de forma significativa».

El Banco Central Europeo no ha dado pistas de dónde situará el techo de subidas, pero sí ha deslizado que «aún queda mucho terreno por cubrir» para alcanzar unos niveles que reduzcan la inflación al 2% a medio plazo. «Las subidas de tipos son nuestra mejor herramienta para lograr este objetivo», apuntó Lagarde, quien avanzó que el encarecimiento del dinero se llevará a cabo «a un ritmo gradual y constante, con subidas del 0,5% cada vez». «Es una estrategia a largo plazo», aseguró.

En cualquier caso, la francesa reiteró que las futuras decisiones se tomarán «reunión a reunión» y siempre en función a los datos disponibles. La incertidumbre que rodea la guerra en Ucrania y el enfriamiento de la actividad económica obligan al BCE a actuar con cautela, después de las dos subidas de 75 puntos básicos que llevó a cabo en septiembre y octubre. El BCE ve cada vez más cerca el «pico» de los precios. Con todo, vaticina que a pesar de que la inflación pueda reducirse en enero, «volverá a aumentar en enero y febrero», cuando se espera que el precio de la energía se dispare de nuevo. Una vez alcanzado el techo, la entidad prevé que los precios se irán reduciendo «muy gradualmente» a lo largo de 2023, lo que dibuja un panorama «desafiante» para empresas y hogares europeos. Los últimos cálculos apuntan a que este año cerrará con una inflación del 8,4%, antes de reducirse al 6,3% el próximo año y al 3,4% en 2024. 15.000 millones menos al mes La autoridad monetaria europea confirmó también este jueves, además, que reducirá el tamaño de la cartera de su Programa de Compra de Activos a partir de marzo del año que viene. Ese recorte previsto será gradual, a un ritmo de unos 15.000 millones de euros mensuales hasta el segundo trimestre de 2023. En lo que se refiere al plan de compras de emergencia lanzado durante la pandemia, para que los países pudieran hacer frente a los ingentes gastos derivados del parón económico, los gobernadores del BCE prevén reinvertir el principal de los valores adquiridos en el marco del programa que vayan venciendo al menos hasta el final de 2024.

Mientras tanto, la «recesión técnica» que la Comisión Europea vaticinaba para este invierno es cada vez más probable. Lo reconoció la propia Christine Lagarde, que anticipan un enfriamiento «corto y superficial» de la actividad económica por los elevados costes energéticos, que encarecerán la producción y reducirán el consumo. También influirá el endurecimiento de las condiciones de financiación: los préstamos serán más caros para las empresas y hogares. En términos absolutos, el BCE estima que la eurozona cerrará 2022 con un avance del 3,4% de su PIB (Producto Interior Bruto), pero que se frenará a un alza del 0,5% el año que viene, antes de volver a repuntar a un ritmo del 1,9% en 2024.

La eurozona contará con las medidas de emergencia puestas en marcha para hacer frente a la crisis energética para minimizar el impacto sobre su economía. Eso sí, Lagarde insistió en su comparecencia desde Fráncfort que e «esas medidas deberán ser dirigidas y temporales» para asegurar una reducción de la demanda y contener la inflación. Existe, además, el riesgo de que la espiral alcista de los precios se dispare una vez se retiren estos mecanismos excepcionales, advirtió Lagarde.

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