Calviño cree que los objetivos fiscales se cumplirán en el peor escenario
España cumplirá con sus objetivos de reducción de déficit y deuda pública aunque la Comisión Europea ofrezca este jueves unas previsiones menos halagüeñas sobre el crecimiento del país. Es el mensaje que este martes reforzó la vicepresidenta Económica, Nadia Calviño, tras participar en el consejo europeo de ministros de Asuntos Económicos y Financieros (Ecofin). Desde Bruselas y ante la sospecha de que el Ejecutivo de Ursula von der Leyen puede plantear una revisión a la baja en las previsiones de otoño, Calviño defendió que, incluso en el «escenario más adverso» el país estará en condiciones de cumplir con los objetivos fiscales que tiene marcados.
¿Su argumento clave? La moderación con la que se han trenzado las cuentas públicas de este año y las (todavía en proyecto) de 2022. «Hemos adoptado una actitud prudente a la hora de preparar los Presupuestos Generales del Estado para 2021 y también para 2022, de forma que el mejor comportamiento de los ingresos fiscales nos permite, incluso en un escenario macroeconómico no tan positivo, estar en línea para cumplir con el objetivo de reducción de déficit sobre el PIB y de deuda sobre el PIB» en ambos ejercicios.
El Gobierno da por hecho que la Comisión dibujará un futuro menos optimista que el planteado el pasado julio, cuando habló de un repunte del PIB del 6,2% para este 2021 tras el desplome del 10,8% en 2020 -el Gobierno se mueve en el 6,5%-. «Las revisiones al alza y a la baja no tienen que sorprendernos» por el entorno de «relativa incertidumbre» (con la escalada de los precios de la energía y los problemas en las cadenas de suministro como factores más inquietantes).
Restó, en definitiva, importancia a la nueva proyección de Bruselas, insistiendo en que la prudencia presupuestaria permite al Gobierno «tomar bien el pulso de la situación económica con carácter diario». Y eso es lo que permite «que estemos en línea para cumplir con nuestros objetivos de reducción de déficit y deuda, incluso en un escenario macroeconómico que pueda ser más adverso».
Por otro lado, y a escasas horas de la reunión con los agentes sociales sobre la reforma laboral que el Gobierno tiene que tejer con acuerdo de todos los implicados antes del 31 de diciembre para cumplir con otra de las exigencias de Bruselas, Calviño no entró en detalles, aunque sí reconoció que mantiene informados al resto de ministros europeos.