La CEOE quiere definir esta misma semana la duración de los Erte y los negocios acogidos

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi no quiere apurar hasta el último minuto para que el Gobierno defina las dos grandes cuestiones que preocupan a los empresarios, pero también a los centenares de miles de trabajadores pendientes de la regulación de los Erte derivados del coronavirus: hasta cuándo se ampliará el plazo de vida de esta medida laboral y a qué tipos de actividad seguirá beneficiando este paraguas público.

"El acuerdo de Erte debiera venir la semana que viene antes que la siguiente", apuntó este martes en un foro virtual del Consejo de Economistas. "Las empresas necesitan un planteamiento serio de cómo pueden trabajar para hacer su plan de negocio", señaló.

Garamendi llamó de nuevo a la flexibilidad con un ejemplo: "Si hablamos de un hotel que tiene 20 recepcionistas, tiene poco sentido que solo tres estén trabajando, lo lógico es que los 20 estén rotando". E insistió en la idea de que los Erte por el coronavirus deben extenderse hasta diciembre: "No se puede estar cada mes negociando qué pasa".

Al mismo tiempo, Garamendi quiere poner freno a cualquier modificación de la reforma laboral puesta en marcha entre 2012 y 2013. Considera que no es el momento de abordar esos cambios y cree que el Gobierno debe centrarse "en salir de la crisis económica" durante los próximos meses. "No tenemos problemas en hablar de mejorar la reforma laboral el año que viene, pero no derogación total", según exponía en el foro económico.

Considera que "que estemos ahora a vueltas con la reforma laboral, cuando sabemos que íntegra no se puede hacer, como ninguna se ha hecho de forma total, genera desconfianza entre los inversores internacionales pero también entre los pequeños empresarios, que desconocen las condiciones para contratar a trabajadores", explicaba tras criticar el acuerdo del PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu, por el que abandonó el diálogo social.

Rebrote inédito del paro

Los registros del desempleo siguen mostrando los estragos provocados por la crisis de la Covid-19. La OCDE calcula que la tasa de paro de los países desarrollados sufrió un incremento récord, cuando se elevó en 2,9 puntos. Se trata de un hecho -indica el organismo- "sin precedentes" al situarse la tasa de paro en el 8,4% frente al 5,5% de marzo.

Especialmente trágica ha sido la evolución en EE UU, con casi 16 millones de puestos de trabajo perdidos en abril. En el caso de España, se situó en el 14,8% en abril, según la OCDE. En cualquier caso, es el país donde el número de personas empleadas más ha descendido en el primer trimestre frente a los tres meses previos: lo hizo un 1% frente al 0,8% medio de la zona euro.