Los consumidores aún se sienten inseguros y 65.000 bares cerrarán

Los primeros días de fase 1 de la desescalada la mayoría de españoles se lanzaron a las calles y a las terrazas de los bares, ansiosos por retomar una vida social que desde hacía más de dos meses habían abandonado por el obligado confinamiento. Pero con el paso de las semanas, el consumo fuera del hogar se ha ido desvaneciendo, por un lado por la economía, que a muchos no les deja salir todo lo que querrían y, por otro, por la falta de confianza debido a un virus que aún está muy presente.

Un reciente informe de Nielsen detalla que el 45% de los consumidores aún no se siente seguro para volver a consumir fuera de casa. Y en negocios como la hostelería, la confianza es clave para recuperar las cifras prepandemia. El consumidor actual es más sensible, busca la confianza de su entorno, de su barrio. Por ello se entiende que tres de cada cuatro españoles estén optando por su bar de siempre para salir, según el informe.

El 89% de los consumidores aluden a la desinfección de la mesa como algo indispensable para decidirse entre una terraza u otra, así como la distancia entre mesas. Un 87% quiere que en los baños haya artículos de desinfección, y un 83% demanda que los camareros y cocineros lleven mascarilla y guantes.

Así, la vuelta al consumo fuera del hogar está siendo más tímida de lo esperado, con cifras casi un 50% por debajo de las del año pasado y un 72% menos si hablamos de establecimientos sin terraza, según el Panel de Hostelería de Nielsen. A finales de julio, uno de cada cinco establecimientos aún permanecían cerrados. Por ello, el sector estima que cerrarán unos 65.000 bares y restaurantes este año.

Según cifras de Hostelería de España, hasta ahora ya han echado el cierre 4.000 negocios y en caso de que empeorara la crisis sanitaria, calculan que las clausuras podrían aumentar hasta las 65.000. Ante este oscuro escenario, casi la mitad de los empresarios cree que las cifras de facturación anteriores a la pandemia no se recuperarán al menso hasta 2022 y cerca del 40% considera que habrá que esperar aún más.

En un país en el que el sector servicios representa una parte muy importante del empleo, la falta de ingresos de la hostelería podría suponer perder 400.000 puestos de trabajo directos, y las pérdidas llegar a los 67.000 millones de euros. Según los datos de la Seguridad Social, en junio había unos 300.000 trabajadores menos (-17%), sumando en total menos de 1,5 millones de empleados en la hostelería.

DECISIONES MUY PERJUDICIALES

Y si hay un sector que esté íntimamente relacionado con la hostelería es el turismo. De hecho, los datos revelan que donde peor lo están pasando los bares y restaurantes este verano es en las zonas más turísticas, como el Levante o los archipiélagos. La propia ministra de Turismo, Reyes Maroto, explicaba esta semana que aunque sabían que este verano iba a ser muy difícil, cuando se abrieron las fronteras el 22 de junio tenían «mejores expectativas», ya que los rebrotes han condicionado mucho la situación.

Y aunque todos los países están teniendo estos rebrotes, la decisión de Reino Unido de obligar a sus ciudadanos a hacer cuarentena de 14 días al regresar de sus vacaciones en España, o la última recomendación de Alemania de no viajar a ciertas zonas de España, ha hecho que aumenten las cancelaciones.

El consejero de Turismo de Baleares confirma también que sus previsiones eran mejores y que aunque el turismo nacional ha crecido bastante, «es imposible que pueda compensar la falta de extranjeros» en un mercado en el que el 70% llegaba de Reino Unido y Alemania.

Por ello, aunque hay zonas del norte e interior que están viviendo un verano de récord de ocupación nacional -Cantabria, zonas de Castilla y León y Asturias-, las grandes hoteleras han decidido lanzar rebajas de última hora para salvar el que consideran peor agosto de la historia. Así, Meliá ofrece en su web descuentos del 30%, Iberoestar y NH, del 25% y RIU llega al 40%. Además, se ofrece una política de cambio de fechas como la que ya han tomado grandes aerolíneas para intentar animar la demanda.