El déficit público se reduce un 30% gracias a los impuestos, que dinamizaron la economía
El déficit del conjunto de las administraciones públicas se situó en 54.950 millones de euros hasta agosto, lo que supone restar 24.571 millones a la cifra registrada un año antes, un 30,9% menos. Con estos datos, el descuadre de las cuentas públicas desciende al 4,5% del PIB, según los datos del Ministerio de Hacienda. Su objetivo es cerrar el año en el 8,4%.
En lo que respecta al déficit concreto del Estado hasta el mes de septiembre, el dato se sitúa en el 4,4% del PIB, y desciende un 5,7% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 53.949 millones de euros. Este resultado se debe a un incremento más robusto de los ingresos no financieros del 16,2%, frente al comportamiento de los gastos, que crecen a un menor ritmo del 9,6%.
La recaudación impositiva creció un 17,6% hasta rozar los 128.000 millones, síntoma del dinamismo económico, según Hacienda.
«La evolución hasta septiembre muestra que el déficit del Estado continúa la senda descendente iniciada a partir del mes de abril respecto al mismo periodo del año anterior como consecuencia de la reactivación económica por el avance del proceso de vacunación», destacó el departamento que dirige María Jesús Montero.
En cuanto al déficit hasta agosto, el de la Administración Central aglutinó la mayor parte, con 51.425 millones, el 4,2%, y dentro de este, el déficit del Estado se redujo a la cifra de 50.620 millones, lo que equivale al 4,19%.
Por su parte, los organismos de la Administración Central registraron a finales del mes de agosto un déficit de 805 millones, frente al déficit de 764 millones de 2020, lo que supone un aumento del 5,4% interanual.
Las comunidades autónomas obtuvieron un superávit hasta agosto de 2.833 millones, duplicándose con respecto al del año pasado, lo que equivale al 0,23% del PIB.
En términos de PIB el déficit acumulado por la Seguridad Social se sitúa en el 0,53%, frente al 1,73% del mismo periodo del año anterior. Este mejor comportamiento es consecuencia de un crecimiento de los ingresos del 3,8% (destacando las cotizaciones con un crecimiento similar también del 3,8%) frente al descenso registrado en los gastos de un 5,6%.