La deuda pública marca un nuevo récord de 1,35 billones de euros, el 120% del PIB
La cifra, que supera las previsiones del Gobierno, ha subido 156.725 millones en un año y supone que cada español 'adeuda' 28.500 euros
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El Banco de España ha revisado al alza los datos de la deuda pública nacional, que cerró 2020 en 1,346 billones de euros, un máximo histórico que ya alcanza el 120% del PIB, desde el 95,5% de cierre de 2019. La cifra de endeudamiento final supera el objetivo del 118,8% que el Gobierno había trasladado a Bruselas el pasado mes de octubre.
En concreto, el repunte de la deuda pública durante el año de la pandemia fue del 13,2%, al pasar de los 1,189 billones de euros registrados en 2019 a los 1,35 billones actuales. Solo ese aumento de 156.725 millones equivale al PIB total de economías como Ucrania y multiplica por dos el de Bulgaria, por ejemplo.
Mucho ha tenido que ver en este fuerte repunte la decisión de Eurostat de exigir que se reclasifique la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), de tal forma que sus 34.182 millones de euros de deuda pasan en 2020 a computar como deuda pública del Estado. Un importe que representa en torno a un 3% del PIB y que también impacta en el déficit público, sumando otros 10.000 millones hasta dejar la cifra en el 10,9% del PIB.
Con el impacto de la crisis y el mayor gasto para afrontar los desafíos sanitarios y de familias y empresas, la mayor parte de la deuda se concentró en la administración central, con un récord de 1,206 billones de euros, que suponen un 107,6% del PIB tras registrar un incremento de 145.541 millones de euros (incluyendo la deuda de la Sareb y los 16.000 millones de transferencia a través del Fondo Covid-19 a las comunidades autónomas para luchar contra la pandemia).
Por su parte, la deuda de las comunidades autónomas creció hasta los 303.622 millones de euros en diciembre de 2020, equivalente al 27,1% del PIB, con un alza interanual del 2,9%.Seguridad SocialLa deuda de la Seguridad Social también registró un nuevo récord histórico al situarse en 85.355 millones de euros, tras dispararse un 55,1% en el conjunto del año ya que en 2019 cerró con un endeudamiento de 55.024 millones.
Este incremento se debe, en parte, a los préstamos concedidos por el Estado a la Tesorería General de la Seguridad Social para financiar una parte significativa de su desequilibrio presupuestario. Dichos préstamos, al tratarse de operaciones financieras entre subsectores, no afectan a la deuda total del sector Administraciones Públicas.
Frente a esta escalada, los ayuntamientos son los únicos que pueden presumir de haber rebajado su deuda en 2020, hasta dejarla en 21.945 millones de euros a cierre del ejercicio, un 2% del PIB.Con todas estas cifras sobre la mesa, el Estado estaría cargando a cada español con 28.500 euros de deuda, si se tienen en cuenta los 47,3 millones de ciudadanos censados según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Para empezar, la cifra supera con creces los 24.000 euros que ronda el salario medio anual de cada ciudadano, según la última estadística oficial del INE que corresponde a 2018, por lo que previsiblemente el impacto de la deuda por residente sería todavía superior tras la merma salarial que habrá provocado la crisis. Es decir, los ciudadanos tendrían que abonar más de lo que ingresan en el año para asumir esa deuda si tuvieran que pagarla.
Medidas de freno El propio gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, lleva meses advirtiendo del riesgo de esta subida desbocada de la deuda, especialmente en una crisis como la actual en la que el gasto se ha disparado para hacer frente a la pandemia.
En una reciente intervención pública, Hernández de Cos descartó que España pueda sufrir una crisis de deuda soberana tan profunda como la vivida hace casi una década. Sin embargo, sí advierte de que los niveles previos a la crisis no se alcanzarán hasta al menos 2040 si no se toman medidas para cumplir con el pacto de estabilidad europeo.
En su último informe anual, el organismo considera que tras la expansión fiscal del último año "resulta fundamental diseñar un plan de saneamiento de las cuentas públicas en el medio plazo". Como parte de este objetivo, la ministra de Hacienda, María jesús Montero, anunció que en las próximas semanas presentará al grupo de expertos que diseñará la esperada reforma tributaria, con la idea de introducir los primeros cambios en el modelo en 2022.