Díaz anuncia un refuerzo de la inspección de Trabajo con más de 600 funcionarios

En un momento en el que existe un fuerte malestar contra el Gobierno entre los inspectores de trabajo, que anunciaron recientemente movilizaciones para denunciar su precaria situación, la vicepresidenta segunda y ministra del ramo, Yolanda Díaz, trató este jueves de calmar las aguas y avanzó un refuerzo importante de la plantilla y la celebración en España del primer encuentro internacional del colectivo al que está previsto que acudan expertos e inspectores de todo el mundo. Se desarrollará en Valencia durante los días 17 y 18 de noviembre.

Más concretamente, en los próximos ejercicios, y gracias a las plazas aprobadas en los tres últimos años, se incorporarán más de 600 efectivos para reforzar el cuerpo y fortalecer así las actuaciones del organismo, que ha visto en los últimos años incrementada de forma significativa su carga de trabajo. «Queremos una inspección fuerte, capaz de afrontar con la misma solvencia que hasta ahora la complejidad que continúa adquiriendo el mundo del trabajo y el impacto de las nuevas tecnologías», aseguró la ministra durante el acto de entrega de diplomas a los nuevos funcionarios que se incorporaron este jueves al cuerpo de inspectores y subinspectores, un total de 153. En este sentido, reconoció que es consciente de que para mantener la eficacia de la labor encomendada a este organismo «es necesario reforzar con medios técnicos, materiales y personales».

Pocos efectivos

Sin embargo, desde los sindicatos acusan al Gobierno de no cumplir con el acuerdo alcanzado en el verano de 2021, cuando pactaron más efectivos y recursos, y, de hecho, denuncian que la falta de plantilla y medios se ha agravado. A esta denuncia se ha sumado esta semana una nueva, de forma conjunta con los inspectores de Hacienda, por simplificar las pruebas de promoción interna, reduciendo temario y sustituyendo los exámenes por test, algo que consideran que puede precarizar el servicio y suponer la desaparición de la función pública altamente cualificada. La inspección de Trabajo apenas alcanza los 3.000 efectivos (2.200 trabajadores de inspección activa y otros 800 de personal de apoyo), una cifra exigua para el nivel de ocupación que tiene España y para las muchas tareas que tienen que acometer, teniendo en cuenta además que el Ejecutivo les carga cada vez con más planes de actuación.

Por eso una de las grandes reivindicaciones que exige el colectivo es incrementar la plantilla, puesto que además España tiene una proporción de apenas un inspector de trabajo por cada 15.000 personas de población activa, cuando países como Italia tienen un ratio de uno por cada 7.500 empleados o incluso Francia uno por cada 5.000.

En estos tres últimos años, la labor inspectora ha permitido desenmascarar más de 51.500 falsos autónomos, que las arcas de la Seguridad Social ingresaran más de 2.200 millones de euros en expedientes liquidatorios, que 670.000 contratos temporales se transformaran en fijos.