Diario de León

La economía española desafía todos los pronósticos y crece un 5,5%

Resiste la inflación, crece un punto más de lo previsto y el consumo aguanta el impacto de los precios

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León

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El año comenzó con la variante ómicrom paralizando parte de la economía, siguió con el estallido de la guerra en Ucrania, lo que derivó en el mayor aumento de los costes energéticos y materias primas visto en décadas, y acabó de manera inesperada bien.

Un año complicado que la economía española ha podido capear cerrando el ejercicio con un crecimiento del 5,5% tras avanzar un 0,2% en el último trimestre del año. Supone un crecimiento del PIB un punto por encima de las previsiones del Gobierno y de la mayoría de los organismos, y encadenar dos años avanzando por encima del 5% después del desplome histórico vivido en 2020 a causa de la pandemia (-11,3%).

Según los datos de Contabilidad Nacional avanzados ayer por el INE, la demanda nacional aportó menos que el año anterior: 2,8 puntos frente a los 5,2 de 2021, pero aún así aguantó los efectos de la inflación, con un crecimiento del consumo privado y de la inversión por encima del 4%. El año fue de más a menos, con un primer semestre bastante dinámico pero más ralentizado en el segundo, lo que se ha notado tanto en el PIB como en los datos de empleo.

El Gobierno había previsto en sus Presupuestos un crecimiento del PIB del 4,4%, por lo que el dado adelantado por el INE supera en más de un punto la estimación. Pese a ello, el Ejecutivo ya había vaticinado a la vista de los resultados que iban obteniendo del cuarto trimestre que la economía avanzaría por encima del 5%. Fue el propio presidente Pedro Sánchez quien aseguró unos días antes de que acabara el año que era «muy probable» que 2022 terminara por encima del 5% pese a la ralentización que sufrió la economía en el tercer trimestre.

Este crecimiento también supera las previsiones del Banco de España (4,6%) e incluso de los más optimistas como el panel de Funcas (5%) y el FMI (5,2%). Algunos como la propia Autoridad Fiscal (Airef) llegaron a vaticinar incluso que el país entraría en recesión técnica (al encadenar dos trimestres consecutivos en negativo), algo que queda ahora completamente descartado pese a que la segunda mitad del año la economía sufrió una ralentización.

El PIB aún no ha alcanzado el nivel previo a la pandemia, lo que probablemente logre este año. A precios corrientes se situó en 1.328.922 millones de euros, un 10% más que al cierre de 2021.

Tras conocer los datos, desde el Ministerio de Economía destacaron que este crecimiento se ha logrado en un «contexto internacional de gran incertidumbre» por la guerra, lo que refleja la «solidez» de la economía española. El presidente Sánchez destacó en su cuenta de Twitter que el PIB creció «muy por encima de las previsiones» y que «frente a los profetas del apocalipsis, hoy tenemos un fuerte crecimiento, la inflación más baja de Europa y récord de empleo».

El empleo ha resistido pero se produjo una clara ralentización del crecimiento en la segunda parte del año. En términos de horas trabajadas bajó un 0,1% en el cuarto trimestre, una décima menos que el trimestre anterior. Y a nivel anual moderó su crecimiento medio punto hasta el 2,7%. Y los puestos equivalentes a tiempo completo se incrementaron un 2% a nivel anual, ocho décimas menos que en el tercer trimestre, lo que supone que a cierre de año se han creado 386.000 puestos de trabajo.

El consumo ha sido una de las palancas que sostienen este crecimiento, a pesar de la elevada inflación que los analistas preveían que lastraría la demanda. Desde Economía resaltan que la demanda interna «ha aguantado bien el impacto de la inflación y la subida de costes», con un crecimiento del consumo privado y la inversión mayor al 4%.

De cara a 2023 los expertos prevén un primer trimestre similar al último de 2022, creciendo en el entorno del 0,1%, pero que a partir de la primavera comience un cierto rebote a medida que se rebaja la tensión inflacionistas y se desplieguen los fondos europeos. El Gobierno prevé que la economía crezca un 2,1% este año. Aún así, los organismos se muestran cautos con este esperado despegue económico porque tendrá que lidiar con el impacto que tenga el endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo para frenar la inflación.

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