Diario de León

Las empresas renuncian a los Erte en esta ola para poder ejecutar despidos

Prefieren no acogerse a sus beneficios ya que tendrían que esperar seis meses para aplicar un ERE

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. MARICAL

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. MARICAL

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La segunda ola del coronavirus ha cogido a muchas empresas bajo mínimos. Su capacidad de aguante y fortaleza no es la misma que la que tenían la pasada primavera, cuando llegaron con cierta resistencia tras unos años de bonanza económica. El confinamiento de los meses de marzo y abril supuso un duro golpe a sus cuentas y este rebrote puede ser la estocada final para muchas. Además, a esto se le suma la incertidumbre de qué pasará: hasta cuándo durará esta pandemia, si podrán seguir acogiéndose a los Erte después de enero, si el Gobierno pondrá en marcha nuevas ayudas...

Todo esto está provocando que muchas compañías, pese a estar sufriendo los efectos de esta segunda ola, opten por no acudir masivamente a un Erte como sí hicieron en el primer confinamiento para poder realizar despidos e incluso aplicar un Ere, según confirmaron a este periódico fuentes sindicales y patronales.

Y precisamente ahora en noviembre termina para muchas de ellas el periodo impuesto por el Ejecutivo de mantener a todos sus trabajadores, ya que el reloj comienza a contar no cuando terminen el Erte, sino cuando hayan reactivado al primer trabajador, aunque sea solo uno, por lo que tienen vía libre para una reestructuración (incluso algunas ya el mes pasado). Si ahora volvieran a acogerse a alguno de los nuevos expedientes puestos en marcha en octubre, el reloj volvería a iniciarse y tendrían que esperar otros seis meses más para poder despedir, con lo que lo tendrían vetado hasta la próxima primavera.

«Las empresas no están recurriendo a los Erte», admite el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, que considera que fue una «buena medida» que ayudó a que casi cuatro millones de trabajadores no perdieran su trabajo, pero que ahora se ha quedado «obsoleta». De hecho, a falta de datos oficiales sobre el número de empresas y trabajadores acogidos a esta nueva oleada de Erte, lo que sí se sabe es que el número de expedientes por fuerza mayor o por causas organizativas y de producción ha disminuido sensiblemente, pese a estar ahora en plena segunda ola, según confirmaron a este periódico fuentes cercanas al Gobierno, aunque aún no sabían si esto se estaba reflejando en un aumento de despidos.

Desde Cepyme consideran que esta pérdida de vigor de los Erte se debe, además de a esa obligación de mantener el empleo que muchas empresas ahora no pueden afrontar, a que no se han aprobado por un largo periodo de tiempo como en otros países como Alemania, lo que genera una gran incertidumbre. Además, se lamentan de que en la actualidad es la única medida que tienen las empresas para contener el gasto y aseguran que los Erte por sí solos no pueden funcionar, ya que tienen que ir acompañados de otra serie de ayudas, como moratorias en los alquileres, más líneas de créditos ICO, rebajas de impuestos... «Las empresas nos enfrentamos a una segunda ola sin red», denuncia el líder de las pequeñas y medianas empresas.

Recomendación de Cepyme

Por eso, desde Cepyme han dejado ya de esperar ayudas del Gobierno y aconsejan a los negocios que comiencen a ajustar gastos de cara a un periodo más largo de incertidumbre, lo que puede hacerse a través de despidos, rebajas salariales, negociando un nuevo alquiler, renegociando la deuda... En este sentido, desde la Ceoe advirtieron ya que algunos despachos de abogados están aconsejando a las empresas que, vistos los números, abandonen la idea de acogerse a un Erte y recurran a realizar despidos o aplicar ERE, algo por lo que hacen ahora consultas constantes en las gestorías. Así, esta recta final del año se presenta complicada para el mercado laboral.

Devolución de exoneraciones Es más, hay compañías que incluso están reembolsando a la Seguridad Social el dinero que se han ahorrado estos meses con la exoneración en las cotizaciones de sus trabajadores ya que no pueden esperar al plazo acordado para despedir y otras se plantean hacerlo, según avisan desde UGT.

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