España, a la cabeza en reactivar a los trabajadores en erte de Europa

Diez meses después de que estallara la pandemia, España sigue teniendo a casi 756.000 trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (erte). Aunque puedan parecer aún muchos —y lo son—, el ritmo de reactivación ha sido ejemplar: de los más de 3,6 millones de ocupados que llegaron a estar con el empleo suspendido en el peor momento de esta crisis, ya han vuelto a sus puestos casi 2,9 millones. Significa esto que ocho de cada diez empleados (concretamente un 79,1%) han vuelto ya a la normalidad.

La rapidez con la que se han reactivado los erte —más cuando España prácticamente no había hecho uso hasta ahora de esta herramienta en ninguna crisis anterior— es tal que sólo Holanda, con una reactivación del 85,7%, registra una evolución más favorable, según desvela un informe interno realizado por el ministerio de Trabajo.

Por fin España se sitúa a la cabeza de Europa en algo que no sea el paro o la temporalidad y supera a Alemania, que ha recuperado al 72,1% de las personas reguladas. Reino Unido, que ha reactivado al 73%, Francia, el país más semejante, con el 65,5%, Italia, que sólo ha activado al 56,4% de sus trabajadores; e Irlanda, que está a la cola, con apenas el 44%.

Y es más. España no tiene parangón con ningún otro país europeo comparable en el porcentaje de asalariados en erte: apenas suponen el 4,5% del total, por debajo de los valores de Alemania y Países Bajos (5,2%), la mitad que Reino Unido (8,9%) y Bélgica (9,5%), y casi tres veces menos que los de Francia (12,2%) e Italia (13,4%), países que por su especialización productiva son más comparables a nosotros.

Este porcentaje del 4,5% de asalariados en erte supone una quinta parte de los que había en marzo, al inicio de la pandemia. Entonces llegaron a estar reguladas 3.617.079 personas, el 22% de la población asalariada de nuestro país. Pero a medida que se inició la desescalada en las restricciones a la actividad la cifra se fue reduciendo a gran velocidad, situándonos por debajo del millón de personas ya en el mes de julio. La cifra siguió descendiendo hasta el mes de octubre, cuando se alcanzó un mínimo con 706.000 personas en erte.

Sin embargo, a consecuencia de las restricciones derivadas de la segunda ola de la covid-19, subió ligeramente en el último trimestre, al sumar 49.000 personas más. «La serie temporal de la evolución de las personas en erte pone en evidencia la efectividad que ha tenido está medida para proteger el empleo primero y para impulsar la recuperación después», apunta el informe elaborado por el departamento lidera por Yolanda Díaz.

SIN VOLVER A LA NORMALIDAD

La cifra de trabajadores en regulación temporal de empleo se está manteniendo estable porque se concentra en varias ramas de actividad que, por sus características, no han podido volver a la normalidad. Se trata, fundamentalmente, de actividades relacionadas con el turismo —tales como la restauración, hostelería, agencias de viaje, transporte, una parte del comercio— y actividades artísticas y recreativas. En definitiva, son el turismo y el comercio los sectores más afectados por las medidas que restringen la movilidad, hasta el punto que concentran a más del 60% de los actuales erte.

Por el contrario, la industria del automóvil ya ha recuperado al 98,3% de los trabajadores que estuvieron con el empleo suspendido, mientras que la ingeniería civil ha recuperado al 97,1% y los servicios sociales sin alojamiento, al 95,3%.

Un nivel similar alcanza la la educación, con un 93% de reactivación, casi el mismo porcentaje que en la venta y reparación de automóviles. Incluso en el comercio minorista la recuperación de la actividad llega al 87,4% de las personas que estuvieron reguladas en marzo y abril.

Sin embargo, la tercera ola que se ha desecadenado tras las Navidades hacen prever que el número de trabajadores en erte vuelva a subir en estos primeros meses del año, hasta que se logre la inmunidad de rebaño con las vacunas y la economía vuelva a funcionar con normalidad.