España suma 33.000 nuevas grandes fortunas en el último año
j. m. camarero | madrid
Un millón de españoles con fortuna. Ese es el récord que la economía está a punto de alcanzar después de que en el último año el número de ciudadanos considerados estadísticamente ricos -aquellos que tienen un patrimonio superior al millón de euros- haya vuelto a aumentar en 33.000 personas. De esta forma, España cuenta con 979.000 millonarios y se sitúa como el décimo país en el ranking elaborado anualmente por Credit Suisse, donde se refleja que un 2% de los ricos de todo el mundo son españoles.
Esta progresión ha sido imparable en los últimos años, incluso en los periodos de mayor crisis. De hecho, desde el año 2000 el número de millonarios se ha multiplicado por seis veces, desde los poco más de 172.000 que había hace dos décadas, hasta casi el millón actual. El informe de riqueza mundial apunta que los miembros de este selecto club aumentarán hasta un 42% hasta 2024, lo que supondrá que haya casi otro medio millón más de millonarios en cinco años. Si se afinan aún más esos datos, España ocupa el puesto número 16 entre los países que tienen más ciudadanos ultrarricos, esto es, con un patrimonio asignado superior a los 50 millones de euros. En este grupo hay ahora mismo casi 2.200 personas: casi 1.500 tienen entre 50 y 100 millones; otras 685 poseen entre 100 y 500 millones; y 61 españoles disponen de más de 500 millones de euros.
Esta realidad contrasta con la de otros grupos, como el de los españoles que tienen más de 100.000 euros de patrimonio y que ascienden hasta 18,3 millones de personas, un 40% de toda la población.
Por otra parte, la riqueza de los millonarios ha aumentado un 2,6% este año en todo el mundo hasta los 360.000 millones de dólares. Además, el número de millonarios aumentó un 2,4 % hasta los 46,8 millones, de los que un 40 % viven en Estados Unidos. China ocupa el segundo puesto (con un 10% del total) seguido de Japón (6%) y Reino Unido y Alemania (5%).
El estudio refleja también cómo continúa una fuerte desigualdad en un mundo donde el 45% de la riqueza mundial está en manos del 1% más rico mientras que la mitad de la población más pobre posee menos del 1% del patrimonio económico global.