Estados Unidos y China firman el primer acuerdo para sellar la paz comercial
Muchos meses ha estado Donald Trump deshojando la margarita del acuerdo comercial con China en Twitter. Un día escribía que la paz arancelaria estaba al cabo de la esquina, y al día siguiente aseguraba que las condiciones que imponía China eran inaceptables. Así que, como en la fábula de Pedro y el lobo, pocos se tomaron muy en serio los últimos mensajes exultantes del presidente estadounidense en su red social favorita. «Estamos muy cerca de un gran acuerdo con China. Ellos lo quieren, y nosotros también», tuiteó el pasado jueves. Pero esta vez va en serio: Estados Unidos y China cerraron ayer el acuerdo de la primera fase de la paz comercial.
Lo confirmaron el Ministerio de Comercio de Pekín y el Gobierno de Washington. «Hemos alcanzado un consenso sobre el texto del acuerdo y para retirar los aranceles de forma proporcional», informó el primero. «Hemos alcanzado un acuerdo histórico y vinculante en la primera fase del tratado comercial que propiciará reformas estructurales en los ámbitos económico y comercial de China, y en áreas como la propiedad intelectual, la transferencia de tecnología, la agricultura, los servicios financieros, y el sistema de cambio de la moneda», detalló el segundo.
Como había vaticinado el diario oficialista chino Global Times horas antes del acuerdo, «Estados Unidos y China se encontrarán a medio camino». No en vano, Washington ha cedido para lograr el acuerdo y reducirá los aranceles que impone a importaciones chinas por valor de 370.000 millones de dólares. Concretamente, 250.000 millones serán gravados con un impuesto del 25%, mientras que el resto tendrá que tributar un 7,5%. Además, Trump se compromete a no aprobar los nuevos gravámenes que tenía preparados para castigar otros bienes chinos.