Europa empieza a moverse ante la crisis energética

El mensaje cauto y a la expectativa que Bruselas mantiene desde hace semanas en relación al alza de los precios de la energía, y en particular sobre las medidas del Gobierno para contener la escalada de la factura eléctrica, lo rompió ayer el Alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, que ha sugerido directamente un cambio en las reglas del juego europeas que sirven para fijar los precios de la electricidad. Borrell plantea que «el sistema tiene que ser revisado porque presenta demasiadas disfunciones». Algo en lo que «tarde o temprano Europa tiene que decir algo». El comisario se refirió a que «la traslación del coste del gas a otras energías cuyo coste de producción no tiene nada que ver con el precio de gas es algo que no tiene justificación económica clara».

La cuestión es si Bruselas está dispuesta a abrir ese melón en estos momentos. Porque a diferencia de lo que sucede en España, donde por el tipo de contrato más extendido la facturación se actualiza mensualmente, en los países del entorno los clientes pagan cuotas fijas mensuales con reajustes al alza o a la baja.