El gigante inmobiliario Evergrande se deshará de activos para pagar deudas

Cuando Evergrande decidió suspender su cotización en la bolsa de Hong Kong, muchos inversores temían que la segunda mayor promotora inmobiliaria de China fuese a anunciar su quiebra. Pero hizo justo lo contrario: ha mostrado un salvavidas. Concretamente, el que le dará la compatriota Hopson con la compra del 51% de su división de gestión de inmuebles. Según ha revelado el diario oficialista chino Global Times , la operación supondrá una inyección de algo más de 5.000 millones de dólares, suficiente para hacer frente al pago de la deuda a corto plazo (en torno a 670 millones de dólares hasta final de año), el principal problema de solvencia al que se enfrenta Evergrande.

Desafortunadamente para la promotora, esta cantidad supone solo una gota en el océano de los 305.000 millones que debe a inversores nacionales e internacionales. A los primeros, de momento, les ha pagado; pero no ha sucedido lo mismo con los foráneos. El pasado miércoles se saltó el abono de 47,5 millones de dólares de intereses en un bono internacional.

No obstante, los analistas chinos subrayan que la operación de Hopson es una muestra de que la compañía, que tiene en torno a 1,5 millones de viviendas pendientes de construcción o de entrega, está haciendo todo lo posible por salir adelante.

Y todo apunta a que Evergrande está negociando la venta de otras divisiones, como la de vehículos eléctricos que ayer se disparó en bolsa un 29%, con las que había diversificado en exceso su negocio.

A ese respecto, el Gobierno chino ha pedido a las firmas estatales que adquieran este tipo de activos para evitar la caída de la promotora sin necesidad de aprobar un rescate que sentaría un precedente que los dirigentes comunistas rechazan. No habrá efecto dominó.