El Gobierno aparca ‘sine die’ la privatización de la aseguradora Cesce
El desencuentro entre Economía y Hacienda sobre las condiciones de la venta dejan a un lado el plan .
Parecía el cuento de la lechera -aunque materia prima sí había- y, al final, ante el temor de que el cántaro terminara por romperse o buena parte del líquido se derramara por un camino que se alargaba, el Gobierno ha terminado aparcando ‘sine die’ el proyecto. Hablamos del plan para privatizar totalmente la Compañía Española de Seguro de Crédito a la Exportación, más conocida por sus siglas: Cesce.
Aunque oficialmente en el Ministerio de Economía -del que depende la regulación del sector de los seguros- no dan por finiquitada la operación, lo cierto es que lleva semanas sin avances y no se esperan en los próximos meses. De hecho, las entidades contratadas para preparar el camino -desde hacer una valoración independiente hasta elaborar el cuaderno de venta o realizar distintos asesoramientos- han visto como el interés del Ejecutivo decrecía con el paso del tiempo
Hasta finales de marzo, la idea de vender esta aseguradora semipública -el Estado tiene el 50,25%- estaba clara. Pero en abril crecieron las dudas, desde las suspicacias frente a uno de los favoritos -el grupo chino Fosum, que en 2014 compró el 80% de la aseguradora portuguesa Fidelidade- hasta las presiones para que algunas firmas españolas -fundamentalmente Mapfre- no quedaran fuera por un posible «conflicto de intereses» al participar en el mismo negocio pero de otros países. Eso sin olvidar el recelo de las propias empresas exportadoras españolas.
El titular de Economía, Luis de Guindos, incluso llevó al Consejo de Ministros un informe para reactivar la venta de Cesce, pero su compañero en Hacienda, Cristóbal Montoro, echó el freno para revisar un proceso que cada vez se veía menos claro, también por la incertidumbre política. Amén de las dudas reseñadas, también entraban en juego otros factores como la complejidad de las propuestas que les iban llegando -una treintena de empresas han mostrado interés por la privatización, desde compañías de seguros hasta fondos de inversión- y la constatación de que los ingresos a obtener no iban a resultar muy relevantes para reducir el déficit (de 150 a 300 millones).
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, que controla a Cesce, empezó manejando una horquilla de entre 300 y 400 millones para la venta. En abril, Patrimonio del Estado elevó la franja de precios: de 500 a 600. La idea, no obstante, también está apartada. El Estado, además, recibiría como accionista mayoritario una prima de control en caso de venta.