Diario de León

El Gobierno plantea subir el SMI a 1.000 euros con efecto retroactivo

Se pliegan a la petición de los sindicatos de un alza del 3,6% y pretende aprobarlo ya

Yolanda Díaz informa sobre el SMI, ayer. JUAN CARLOS HIDALGO

Yolanda Díaz informa sobre el SMI, ayer. JUAN CARLOS HIDALGO

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Una vez aprobada la reforma laboral, el Gobierno se ha lanzado de lleno a su próxima batalla: el nuevo Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2022. Y en este caso no quiere eternizarse en esta lucha y pretende cerrar una nueva subida a 1.000 euros en esta misma semana, a poder ser este miércoles, para aprobarlo en Consejo de Ministros antes de que termine febrero.

Es más, para dar una mayor relevancia al asunto ha sido la propia vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien ha tomado las riendas de esta negociación en la primera reunión que mantuvieron este lunes con los sindicatos y la patronal, pese a que desde el departamento habían dicho la semana pasada que iba a ser un encuentro técnico al que no acudirían los primeros espadas. Incluso ofreció una rueda de prensa a su término. «Seguiremos defendiendo las políticas que realmente cambian las vidas de la gente, singularmente el salario mínimo», aseguró.

También deja constancia de la rapidez con que Moncloa quiere cerrar el nuevo alza el hecho de que ya hayan presentado una primera propuesta oficial, algo que habían rechazado hacer la semana pasada, cuando dijeron que se iban a limitar a escuchar las posturas de los interlocutores sociales. Probablemente el varapalo que ha supuesto para ellos la tramitación de la reforma laboral haya acelerado todo.

Así, el Gobierno se pliega al deseo de los sindicatos y propone subir el salario mínimo 35 euros al mes para situarlo en los 1.000 euros en 14 pagas, tal y como se había comprometido con UGT y CC OO el pasado mes de septiembre. Y lo hará con carácter retroactivo desde el 1 de enero, según confirmó la propia ministra.

Sin embargo, desde los sindicatos sostienen que la propuesta que hizo Trabajo en la mesa del diálogo social no fue un SMI de 1.000 euros, sino de 996. Durante la rueda de prensa Díaz evitó confirmar la cuantía planteada por el Ejecutivo «por respeto» a la mesa, pero sí confesó abiertamente que a ella le gustaría «tener un salario mínimo de 1.000 euros».

Para atajar cualquier especulación, la ministra descartó que haya distintas posiciones dentro del Ejecutivo, como sucedió el año pasado también con el salario mínimo y poco después con la reforma laboral, cuando se hicieron públicas las diferentes posturas que había entre las tesis mantenidas por Trabajo y las de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, lo que derivó en una crisis de gobierno. «El Gobierno tiene una voz única sobre esta materia», reiteró Yolanda Díaz.

Con un alza del 3,6% que beneficiará a dos millones de trabajadores, el Gobierno vuelve a apostar por un incremento en la franja medio-alta dentro de la horquilla recomendada por el comité de expertos, que aconsejó en su informe emitido el año pasado una subida de entre 24 y 40 euros para este año. Esta cuantía satisface a los sindicatos, que este mismo lunes reiteraron que no aceptarían un salario mínimo que no fuera de «al menos» 1.000 euros al mes y con aplicación desde el 1 de enero.

«Más allá de que la fecha de aprobación se retrase, debe ser retroactivo con efecto a 1 de enero», advirtió el secretario general de UGT. En esta línea, su homólogo de CC OO, Unai Sordo, rechazó que subirlo pueda destruir empleo, como así señaló recientemente el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y aseguró que la economía española tiene «perfectamente margen» para seguir incrementando los salarios.

«Creo que los datos avalan que las intensas subidas del salario mínimo han sido compatibles con una creación de empleo a un ritmo mucho más rápido de cualquier salida de una crisis anterior», destacó.

La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, espera que se pueda definir la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) «lo antes posible», una vez se escuche la opinión de patronal y sindicatos.

Lo dijo ayer en un acto conjunto con el presidente del Eurogrupo, el irlandés Paschal Donohoe, en donde la ministra de Economía anunció que el Ejecutivo intercambiará «puntos de vista» con patronal y sindicatos, cuya posición «será tenida en cuenta para definir» un aumento del SMI que debería ser firme en breve.

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