El Gobierno rebaja del 7% al 4,3% la previsión de crecimiento para 2022

La guerra de Ucrania ha erosionado la salida de la crisis en toda Europa y España no podía ser una excepción. El Gobierno se ha visto obligado a rebajar sus previsiones de crecimiento económico hasta el 4,3% para este año, desde el 7% de sus anteriores estimaciones. Es una proyección más ajustada a la que han ido presentando organismos como el Banco de España (4,5%) o el FMI (4,8%).

El cuadro macroeconómico presentado este viernes por la vicepresidenta económica Nadia Calviño y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, revela que ha habido un giro de timón por la peor marcha de la economía, que tras superar la pandemia, se enfrenta ahora a una subida de la inflación no vista desde la década de los 80 por la guerra y el alza de los costes energéticos.

Calviño destacó la «prudencia» y «rigor» del Gobierno al presentar estos datos en un contexto muy inestable y puso en relieve el «fuerte crecimiento» que experimentará la inversión (9,3%) en 2022, aunque reconoció que la fuerte recuperación del turismo «no compensa» el deterioro de la situación internacional.

Calviño, optimista

Todos estos elementos llevarán a la economía a crecer casi tres puntos menos de lo previsto, pero el Ejecutivo confía en que la situación se enderece y que el PIB crezca un 3,5% en 2023, un 2,4% en 2024 y un 1,8% en 2025, similar a lo calculado previamente. Con estos datos sobre la mesa, Calviño aseguró que España se habrá recuperado totalmente de la pandemia en el primer semestre de 2023. A ello contribuirá la pérdida de fuerza de la inflación aunque ahora esté disparada (en abril llegó al 8,4% tras el récord de marzo del 9,8%). Según las previsiones del Ejecutivo, el IPC irá moderándose durante la segunda mitad del año hasta cerrar con una media aproximada del 6% que caería al 2% en 2023.

Consumo estancado

Pero el consumo, elemento sobre el que se ha asentado la recuperación de los últimos años, se ha frenado. Los datos publicados este viernes por el INE revelan que el gasto de los hogares retrocedió un 3,7% de enero a marzo. Sin embargo, Calviño confió en que el «importante ahorro embalsado» de los hogares suponga un «colchón» con el que poder hacer frente a la elevada inflación. Según sus cálculos, el consumo se ralentizó en el primer trimestre como consecuencia de la huelga de los transportistas, pero aseguró que el segundo trimestre tendrá una mejor evolución. El cuadro macro indica que el consumo terminará el año con un crecimiento del 3,5% y del 2,6% el que viene.

En este mayor gasto de las familias influirá la «muy positiva» marcha del empleo, sobre todo a partir de abril, confirmó Calviño, que destacó además que es de «más calidad» desde la puesta en marcha de la reforma laboral. Sus previsiones apuntan a una tasa de paro del 12,8% este año, lo que supone recortar dos puntos la del pasado, y que por fin consiga bajar del 10% en 2025.

La Autoridad Fiscal (Airef) avaló este viernes el cuadro macroeconómico, aunque advirtió de que no se han ofrecido detalles sobre el impacto del Plan de Recuperación y recomendó al Gobierno un «esfuerzo de transparencia» sobre su ejecución».

Frenazo del primer trimestre

Al recorte de la previsión de PIB para este año también cuenta el último dato publicado este viernes por el INE, que revela que la variante ómicrom y el comienzo de la guerra golpeó a España más de lo que se esperaba, dejando el crecimiento del PIB de enero a marzo en un 0,3% tras haberse impulsado un 2,2% el anterior.

Es un dato peor al vaticinado por el Banco de España, que calculó un 0,9%, lo que llevaría al país a avanzar un 4,5% este año, casi un punto menos que en sus previsiones de tres meses antes. Por parte del INE, el crecimiento interanual del PIB se sitúa en el 6,4% por la mayor aportación del sector exterior.

Pese a todo, España supera al crecimiento de la media de la eurozona en el primer trimestre, que se quedó en el 0,2% según los datos de este viernes de Eurostat. El mayor ritmo de avance se lo lleva Portugal (2,6%), mientras que el más bajo fue el de Italia (-0,2%). Son datos bastante mejores que los de Estados Unidos, que registró una contracción del -0,4% de enero a marzo, que registró una contracción del -0,4% de enero a marzo tras haber crecido un 1,7% en el último trimestre de 2021.