La inflación y la sexta ola dañan la confianza del consumidor
El consumo, que tendría que haber sido el motor de la recuperación en este inicio de año, no termina de repuntar. Según el último informe sobre la confianza del consumidor elaborado por Kantar, la sexta ola de la pandemia y la inflación provocaron que en la recta final de 2021 el indicador bajase un punto respecto al trimestre anterior, hasta el 6,7%.
La inflación ha afectado sobre todo a la intención de compra de alimentos, que baja siete puntos, y del ocio (-3,5 puntos). Pero lo más preocupante llega de las previsiones, con un 63% de los encuestados indicando que ahora lo mejor es mantener los niveles de consumo. Un 29% apuesta por reducirlos.
Con este panorama, el efecto más previsible será la reordenación del gasto, siendo las grandes compras y las que requieran más inversión las más afectadas: reformas en la casa, coches o vivienda, aunque el mercado inmobiliario muestra crecimientos elevados, o electrodomésticos grandes.
Como consecuencia de las medidas adoptadas por el Gobierno como los expedientes de regulación temporal de empleo (ertes) y créditos ICO, y a pesar de una economía al ralentí, la confianza en el empleo se mantiene, aunque sea apuntalada con medidas excepcionales.
De esta forma, las percepciones sobre el desempleo vuelven a valores similares previos a la crisis sanitaria, con un ligero repunte de aquellos que creen que dentro de un año habrá más desempleo (34%), mientras desciende el número de aquellos que creen que habrá menos (26%). Un 40% cree que el desempleo se mantendrá igual que ahora.
El resultado de este apuntalamiento es una percepción de seguridad del empleo propio sin precedentes, un 85% de los ocupados cree que no va a perder su empleo en los próximos meses y solo el 6% cree que tiene posibilidades de perderlo.