Diario de León

La pandemia tira los salarios

Los subsidios compensan un 40% de la caída de los sueldos Los trabajadores españoles habrían perdido un 12,7% de las remuneraciones totales si no se hubieran desplegado ayudas

Pancarta exigiendo un buen salario en una protesta. MANUEL GUTIÉRREZ

Pancarta exigiendo un buen salario en una protesta. MANUEL GUTIÉRREZ

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Los salarios subían antes de que estallara la pandemia. Sin embargo, esta crisis ha supuesto una caída de la tasa de crecimiento de las remuneraciones medias en dos terceras partes de los países, mientras que en otros el salario medio aumentó, aunque en buena medida artificialmente, como reflejo de la pérdida sustancial de puestos de trabajo entre los trabajadores con salarios más bajos, según un informe publicado ayer por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En España los trabajadores habrían perdido el 12,7% de la masa salarial entre el primer y el segundo trimestre de 2020 si no se les hubieran pagado las ayudas extraordinarias puestas en marcha para paliar esta crisis. La pérdida se hubiera ampliado hasta el 14,9% entre las mujeres, mientras que se hubiera reducido al 11,3% en los hombres. Tras Portugal, es el segundo país europeo en el que más se hubieran devaluado las remuneraciones y casi duplica la media de la UE (-6,5%).

Pero esta crisis, como casi todas, ha afectado muy especialmente a los trabajadores con salarios más bajos, lo que ha provocado un aumento de las desigualdades salariales.

Según algunos estudios, en muchos países la reducción de las horas de trabajo ha afectado a las ocupaciones de baja calificación —en particular, las que suponen un trabajo básico— más que a los puestos directivos y profesionales mejor remunerados.

Basándose en una selección de países europeos, el informe puntualiza que sin los subsidios, el 50% peor pagado de los trabajadores habría perdido alrededor del 17,3% del salario, una reducción muy superior al porcentaje de alrededor del 6,5% para el total de trabajadores.

Sin embargo, los subsidios salariales temporales han permitido a muchos países compensar parte de la masa salarial que se hubiera perdido y atenuar el efecto de la crisis en la desigualdad salarial. Más concretamente, analizando diez países europeos, la OIT estima que gracias a dichos subsidios se ha compensado el 40% de la pérdida de masa salarial, incluido el 51% de la pérdida de masa salarial provocada por la reducción de las horas de trabajo.

Los subsidios salariales también han permitido suavizar los efectos de la crisis en la desigualdad de ingresos, pues los principales beneficiarios fueron los más afectados por la situación, concretamente, los trabajadores en puestos de trabajo con remuneración más baja.

La OIT advierte de que la crisis puede haber inducido a algunos gobiernos a posponer una potencial subida del salario mínimo para este año, ya que de los 87 países en los que el ajuste no es sistemático, solo doce lo aumentaron en el primer semestre, un porcentaje inferior al año pasado.

En la actualidad, aproximadamente 327 millones de asalariados de todo el mundo ingresan una remuneración equivalente o inferior al salario mínimo por hora vigente, lo que supone el 19% del total de trabajadores, de los cuales 152 millones son mujeres.

Pese a que, en números absolutos, hay más hombres que mujeres percibiendo el salario mínimo, las mujeres son mayoría en esta categoría de trabajadores: aunque constituyen el 39% de los asalariados del mundo con un salario superior al salario mínimo, representan el 47% de las personas que perciben una remuneración inferior o equivalente al salario mínimo.

Desde la OIT consideran que «en el futuro cercano es probable que las consecuencias económicas y laborales de la crisis de la covid-19 ejerzan una enorme presión a la baja sobre los salarios de los trabajadores». Por ello, apuntan que para paliar el impacto de la crisis y apoyar la recuperación económica se necesitan políticas salariales adecuadas y equilibradas, acordadas mediante un diálogo social sólido e inclusivo, ya que «los ajustes de los salarios mínimos deben equilibrarse y calibrarse cuidadosamente».

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