El precio eléctrico, en mínimos de tres años casi sin usar carbón
El ciclo combinado, con un 21,9% del total, ha sido la tecnología que más ha aportado este año
Imagen de un parque eólico.
La factura de la luz está a punto de culminar el que será el año con los precios eléctricos más bajos desde 2016. A menos de dos semanas para que culmine diciembre, el recibo medio de la tarifa regulada se sitúa desde el 1 de enero hasta ayer en los 655 euros, un 6,5% menos que en los mismos días de 2018, según la calculadora de la Comisión de Competencia (CNMC).
No se registraba un coste de ese nivel desde hacía tres años, con unos 625 euros en ese periodo. Este descenso viene condicionado por la reducción del coste de generación. Desde principios de año, se ha situado de media en torno a los 49 euros/Mwh, lo que supone un descenso del 14% con respecto al mismo periodo del año pasado, según el operador ibérico OMIE. A la vez, la caída del coste de producción se debe, entre otros factores, a una mayor aportación de las centrales renovables (eólicas y fotovoltaicas, fundamentalmente), que han representado un 36,8% del total, según Red Eléctrica. La tecnología con mayor aportación ha sido la de ciclos combinados (21,9%), por delante de la nuclear (21,2%). Muy por detrás quedan las centrales térmicas que usan carbón, con el 5% del total de generación. Es la menor participación de estas plantas desde que Red Eléctrica tiene registros. De hecho, el 14 de diciembre fue el primer día en el que no se utilizó ni un solo megavatio procedente de estas instalaciones.
Difícil lectura
La complejidad de la factura de la luz también afecta a la gran industria, en general las fábricas que hacen un uso intensivo de la electricidad para poder operar. Cada seis meses, el sistema asigna a estas plantas —casi todas situadas en el norte de la Península— un importe con el que se les compensa económicamente a cambio de que minimicen su actividad, y por lo tanto su elevado consumo de luz, cuando el sistema lo requiera por motivos de seguridad para garantizar el suministro al resto del país. Sin embargo, el resultado de la subasta de interrumpibilidad (así es como se denomina técnicamente este proceso) ha dejado sobre la mesa un pago de apenas 4,38 millones de euros. Se trata de la menor cuantía nunca establecida tras sufrir un recorte que ha alcanzado el 90% con respecto al de la última subasta de este año. El resultado económico de esta adjudicación ha dejado petrificada a la gran industria que acude a este proceso de desconexión programada: Alcoa, Arcelor, Ferroatlántica, Asturiana de Zinc, Celsa, Acerinox y Ercros son algunos de los habituales protagonistas en estas operaciones, y que han visto reducir el dinero que van a percibir. En total, han sido 118 empresas las que han acudido a esta subasta en la que se han adjudicado entre 30 firmas 200 bloques de cinco megavatios (Mw) cada uno entre el 1 de enero y el 30 de junio próximos.