Los precios remontan en enero tras el desplome que sufrieron en 2020
Los precios aumentaron un 0,5% en enero respecto al mismo mes del año pasado rompiendo así con nueve meses de descensos tras el desplome de 2020, según los datos publicados este viernes por el INE.
Y es que el año pasado los precios cerraron en negativo, con una tasa del IPC anual del -0,5%, por primera vez desde 2014, cuando España salía de la crisis anterior. Por tanto, la tasa que mide los precios de la cesta de la compra subió un punto de diciembre a enero.
Pero en enero los precios remontaron, debido principalmente a la subida de precio de la electricidad, pero también a los alimentos y las bebidas. En el caso de la electricidad, el encarecimiento de enero marcó varios días máximos históricos en el mercado mayorista, como consecuencia del fuerte incremento de la demanda —coincidiendo con el temporal Filomena—, la menor aportación de las energías renovables y el encarecimiento del gas, que había bajado en enero de 2020. Debido a esta subida de la luz, la vivienda aumentó su tasa un 3,2% en enero, más de tres puntos superior a la del mes anterior, Más allá de la subida de la luz, tiran al alza de los precios los alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya tasa aumenta seis décimas hasta el 1,7% en enero.
Este encarecimiento se debe sobre todo al alza de las legumbres y hortalizas, así como del agua mineral, los refrescos y los zumos.
También influye, aunque en menor medida, que los precios de las frutas bajaron en enero del año pasado más que este año. Hasta aquí lo que se refiere a la cesta de la compra, pero hay otros elementos que también subieron de precio.
Es el caso del ocio y la cultura, que registra una variación del 0,1%, casi dos puntos más que en diciembre, causada porque los precios de los paquetes turísticos bajaron más en enero de 2020 que este mes.
Y también subieron los productos del grupo de transporte, cuya tasa cuya tasa se incrementa más de un punto, aunque sigue en el -3,2%, como consecuencia de las subidas de los precios de los automóviles, frente a la estabilidad registrada el año pasado; del transporte aéreo, que en enero de 2020 había bajado; y del encarecimiento de los carburantes.