La sentencia definitiva de las cláusulas suelo, en manos de la Justicia europea
El Supremo pregunta al Tribunal de la Unión Europea si puede dictar un fallo genérico
El Tribunal Supremo ha decidido preguntar al de Justicia de la Unión Europea (TJUE) si puede dictar una sentencia general y definitiva sobre el conflicto de las cláusulas suelo que la banca aplicó hasta hace una década sobre millones de hipotecas al limitar el interés mínimo que podían cobrar las entidades a los clientes, independientemente de que el euríbor se situara en negativo.
Acción colectiva
El Alto Tribunal ha elevado una cuestión prejudicial a la Corte de Luxemburgo al dudar sobre si su fallo en esta materia tiene el respaldo comunitario para aclarar un tema tan «abstracto» al incluir todo tipo de escrituras, condiciones, contratos y una heterogeneidad de casuísticas como las que abarcan este conflicto.
Las dudas del Supremo se centran en si está respaldado al actuar dentro de una acción colectiva con «cláusulas utilizadas por más de un centenar de entidades financieras, en millones de contratos bancarios, sin tener en cuenta el nivel de información precontractual ofrecido sobre la carga jurídica y económica de la cláusula, ni el resto de las circunstancias concurrentes en cada caso, en el momento de la contratación».
A su parecer, puede ser «extremadamente complejo poder concluir que se puede hacer un control de transparencia unívoco sobre cláusulas similares».
Además, ignora si es posible realizar una acción colectiva «contra todas las entidades que conforman el sistema bancario de un país, cuyo único denominador común es que utilizan en sus contratos hipotecarios el interés variable con una cláusulas de contenido más o menos semejante».
Y cuestiona si es compatible hacer un control abstracto de transparencia desde la perspectiva de consumidor medio cuando varias de las ofertas de contratos están dirigidas a diferentes grupos específicos de clientes o cuando son múltiples las entidades con ámbitos de negocio económica y geográficamente muy diferentes, y durante un tiempo tan amplio en el que se comercializaron esas hipotecas.
Tras conocerse la resolución del Tribunal Supremo, Adicae la ha calificado de «vergonzosa», después de más de 12 años desde que se presentó la macrodemanda. Su periplo judicial suma así un nuevo capítulo tras el plazo abierto por el Supremo para que las partes plantearan sus cuestiones. Así que hasta no conocer la doctrina definitiva de Luxemburgo, no habrá votación ni sentencia sobre el conflicto.