Ni siquiera las banderas

Ponferrada ha vivido esta semana la Encina más extraña de las últimas décadas. Si las cosas ya venían totalmente condicionadas por la pandemia el fallecimiento de una enfermera del Hospital del Bierzo que había padecido coronavirus terminó por amargar lo que en otros años eran los días grandes festivos. Pero lo que sí ha llamado la atención en la ciudad es el gesto interpretado como de abandono por parte del Ayuntamiento. En todas las ciudades se ponen las banderas en el balcón del Consistorio —incluida la capital del Bierzo que dispone de unas telas especiales— para sus días más especiales. Incluso en este año tan complicado se cuidan esos detalles que evidentemente no suponen ningún tipo de riesgo para nadie. En el balcón del Ayuntamiento sí se han puesto, incluso durante este año, otras pancartas —como la del curioso abrazo elegido para promocionar a Ponferrada— pero la ciudad no quiso u olvidó exhibir sus mejores galas en las jornadas más importantes del año.