Otro peaje para la España Vaciada

La polémica de la semana, más allá del resultado de las elecciones autonómicas de Madrid, la ha protagonizado la propuesta del Gobierno para empezar a aplicar peajes en todo tipo de vías a partir de 2024. Se han escuchado voces con diferentes argumentos pero hay uno que ha pasado bastante desapercibido, quizá como suele ocurrir a la mayoría de las cosas que tienen como protagonista al mundo rural. Gravar la movilidad es atacar directamente a las personas que siguen viviendo en los pueblos. Serían los primeros perjudicados —más allá de todas las penalizaciones a los profesionales que deben viajar o a los transportistas— ya que usan el vehículo para todo tipo de cosas esenciales que les llevan a desplazarse a las ciudades. De nuevo se generaría una enorme discriminación entre los que acuden a comprar, al médico o cualquier actividad de ocio sin salir de su ciudad y los que necesitan recorrer kilómetros —en ocasiones muchos— para hacer esas mismas cosas.