La campaña política en la que España miró a la comunidad determina el futuro de León
La estrategia nacional de los grandes partidos marca la primera convocatoria en solitario de elecciones a las Cortes
Después de 15 días frenéticos, más otro mes adicional de prólogo desde el anuncio de la convocatoria, hoy se hace el silencio. La campaña electoral se frena para respetar la jornada de reflexión antes de que mañana se abran las urnas. Pero el eco de los discursos aún llega acentuado por la intensidad con la que, convertida por primera vez en escenario político nacional, la comunidad ha copado el protagonismo como espacio de enfrentamiento de los dos grandes partidos y laboratorio de experimentación antes de las generales de finales del próximo año. Todo lo que suceda mañana marcará por completo el rumbo de las formaciones en su estrategia para encarar la cita en la que se decidirá el Gobierno de España.
El solapamiento de ámbitos ha provocado que buena parte de los discursos se hayan centrado en la política nacional. El plan del PP se centró en el hostigamiento a Pedro Sánchez, sobre todo en materia fiscal, indicadores económicos y errores como el desliz del ministro Garzón con la carne, y su contraposición con las políticas de la Junta.
El envite lo encaró el PSOE enrocado en desgastar a su adversario con el relato de los 35 años de gobiernos populares y amparado en el desembarco del presidente del Ejecutivo central y sus ministros, con el arma del BOE lista para vender la subida del salario mínimo y la reforma laboral como propia. Aunque la autoría del relato se la disputó Unidas Podemos, que fía su futuro en la comunidad a reeditar un pacto de izquierdas como el que sustenta el poder en La Moncloa.
La aritmética de los pactos alienta también a Vox, cuya campaña, impulsada por el rebufo nacional de Abascal, ha oscilado entre venderse como el azote del PP y ofrecerse como socio para salvaguardar las políticas de derechas. Ahí, ya no cabe Ciudadanos, que ha enfocado sus ataques hacia Mañueco con la esperanza de no caer en la irrelevancia.
En medio quedan los nuevos partidos de la manoseada España Vaciada. Aunque en León su espacio lo copa por ahora la UPL, que aspira a tener incidencia.
La mayoría de escaños trabajan sobre programas que, salvo excepciones casi siempre vinculadas a las consecuencias de la pandemia, proponen casi el mismo itinerario para una tierra azotada por la despoblación, la falta de industria y el envejecimiento, factores que no han cambiado desde las elecciones de 2019. Estas son, en esencia, las propuestas reflejadas en los programas electorales de PP, PSOE, UPL, Cs, Podemos, Vox y Coalición por el Bierzo, candidaturas todas ellas que más se acercan al ansiado escaño.