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La amenaza de elecciones en Cataluña pone en el aire al estabilidad del Gobierno

La oposición avisa que recurrirá todas las votaciones del Parlament en las que participe el presidente Torra

Torra ordena colocar la bandera a media asta en el Generalitat por las víctimas de ‘Gloria’.

Publicado por
León

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La Cámara catalana volverá a vivir esta semana dos sesiones parlamentarias de alto voltaje (mañana y pasado). No de la trascendencia de las de septiembre y octubre de 2017, pero sí decisivas para la actual legislatura catalana, que aguanta con un ojo puesto en el Tribunal Supremo, porque puede inhabilitar definitivamente a Quim Torra, y el otro en Waterloo, donde Carles Puigdemont deshoja la margarita para decidir el momento adecuado para pulsar el botón del adelanto electoral.

El independentismo está en continua pugna y sigue instalado en la dinámica de si debe o no obedecer las resoluciones judiciales. La Junta Electoral Provincial dio el jueves 48 horas al Parlament para que ejecute la retirada del escaño a Torra y comunique el nombre de su sustituto. El plazo expira hoy, en medio de un pleno en el que el presidente catalán insiste en que quiere participar y votar como cualquiera de los 135 parlamentarios autonómicos.

En principio, según los letrados de la Cámara, la suspensión acordada por la Junta Electoral Central y avalada provisionalmente por el Tribunal Supremo, solo afectaría a su condición de diputado y no a la de presidente de la Generalitat, aunque Ciudadanos y el PP ya le dan trato de expresidente. No así los socialistas ni el propio presidente del Gobierno que mantiene su intención de reunirse en breve con Torra para empezar a perfilar la mesa de diálogo entre los dos gobiernos para buscar una salida al pleito catalán.

La patata caliente la tiene el presidente de la Cámara autonómica, el republicano Roger Torrent, que tiene dos opciones, las dos con consecuencias políticas para él. Si desobedece, mantiene el acta de diputado de Torra y le permite votar como uno más, se expone a una querella por desobediencia que pondría en peligro su carrera y situaría la política catalana en el bloqueo, la bronca, el enfrentamiento institucional y el desafío al Estado. Si obedece...

«Si mantiene a Torra en su escaño, no nos temblará el pulso para ir ante la justicia y denunciar su desobediencia», advirtió hoy Lorena Roldán, de Cs.

Además, nada de lo que apruebe la Cámara catalana sería valido en principio, pues Ciudadanos y el PP ya han avisado que impugnarán todas las votaciones en las que participe Torra.

Pere Aragonès, en un aviso soterrado a sus socios, advirtió el sábado de que no aprobar los Presupuestos abocaría a Cataluña al colapso. Pero JxCat no tiene intención de ceder.

Torra fue claro días atrás. «Soy diputado y presidente de Cataluña. No nos echaremos atrás», dijo. El dirigente nacionalista recordó que la Cámara catalana «ratificó» su condición de diputado y lo que está en juego es la defensa de la «soberanía del Parlament».

Chantaje emocional a Torrent y a ERC que corren el riesgo de quedar como unos blandos en la batalla que libran con los posconvergentes por la hegemonía del soberanismo.

Si los republicanos ceden, JxCat tendrá servido en bandeja el argumentario de la campaña: quienes han pactado con los socialistas vetan al presidente de la Generalitat, como lo hicieron hace dos años con Puigdemont.

La marcha atrás de Torrent daría alas al expresident para forzar el adelanto electoral, sin esperar a que el Supremo resuelva la inhabilitación del jefedel Ejecutivo catalán.

El adelanto dejaría en suspenso la mesa pactada entre los gobiernos y el apoyo de ERC a los Presupuestos de Sánchez quedaría muy en el aire.

Doble traición

El líder de JxCat ya prepara la campaña con un acto en Perpiñán (Francia), dentro de un mes, en el que espera darse un baño de masas.

El presidente de la Cámara catalana, no obstante, tiene algunas posibles vías intermedias que le permitirían ganar tiempo.

El pleno empieza a las tres de la tarde por lo que la mañana se presenta muy larga en los despachos del Parlament, donde JxCat y ERC explorarán alguna opción que permita a Torra seguir como diputado pero sin poder votar en los plenos, con el objetivo de que las votaciones no puedan ser impugnadas.

Esta es la propuesta de los republicanos aunque JxCat se opone. «Privar al presidente de la Generalitat de votar en los plenos es privarlo de su condición de diputado», apuntan los postconvergentes.

Torrent, que hace quince días afirmaba que mantendría a Torra como diputado «con todas las consecuencias», guarda silencio desde el jueves pasado, pero tiene la posibilidad también de aplazar la única votación prevista para mañana (sobre el presupuesto de la Cámara). Aun así, nada hacer pensar que, si JxCat y ERC no se han puesto de acuerdo desde el jueves, alcancen un punto en común ahora.

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