Diario de León

Ayuso redobla la frivolización de la libertad como argumento de final de campaña

El PP defiende el discurso electoral «alegre y desenfadado» de su candidata frente a la «amargura» que atribuye a la izquierda

Imagen de Isabel Díaz Ayuso en la campaña. FERNANDO VILLAR

Imagen de Isabel Díaz Ayuso en la campaña. FERNANDO VILLAR

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Texto Isabel Díaz Ayuso ha hecho del elogio de la libertad en Madrid uno de los puntales de su campaña, pero en los últimos días las alabanzas han alcanzado cotas impensables. La candidata del PP ha recurrido a ejemplos de lo más variopinto para subrayar que la vida «a la madrileña» es única, un mérito, dice, de su estrategia para afrontar la pandemia sin grandes medidas restrictivas en la vida cotidiana.

En el PP defienden «el tono de alegría» que Ayuso ha imprimido a su campaña electoral frente «a la tristeza y la amargura» que, desde su óptica, rezuma la de las fuerzas de izquierda con sus apelaciones a defender una democracia que «no está en peligro».

La presidenta, resumen los populares, hace una campaña «desenfadada» en medio de la crispación reinante. Ayuso recurrió ayer ese tono desdramatizador para volver a restar importancia al envío de cartas con amenazas de muerte. Ella ha recibido una de las siete que se han hecho públicas. «Voy a pedir que si me mandan algo que me manden lomo embuchado, tomate...Tengo entendido que a (Pablo) Iglesias le van a mandar una Constitución», comentó en una entrevista en la Cope.

La candidata del PP a la reelección sostiene que a pesar de la pandemia y de la alta incidencia acumulada de contagios en Madrid «en la calle la gente está contenta, alegre», a diferencia del plomizo discurso de los candidatos «de una parte de la izquierda» que tiene «mal perder».

Cambio de pareja

Este clima entre los madrileños es fruto, a juicio de Ayuso, a la libertad que se respira. Una libertad, dijo, que te permite «madrugar (sic)» o ir «a misa, de cañas, a los toros o a la última discoteca porque me da la gana». Otro ejemplo de esa vida «a la madrileña», apuntó en otra entrevista en Onda Cero, es que «puedes cambiar de pareja y no volver a encontrarte a tu ex nunca más por la calle». Es, remató el argumento, «una libertad que no ocurre en todas partes».

Una estrategia electoral que ha provocado comentarios jocosos y estupor entre sus adversarios, pero que parece acertada a tenor del triunfo incontestable del PP que apuntan todas las encuestas para las elecciones del próximo martes.

Ayuso ha abandonado el tono trascendental de la precampaña, cuando decía que lo que estaba en juego era «comunismo o libertad». Ha renunciado a la parte negativa de la disyuntiva para sostener que lo que se va a dilucidar en las urnas es tener o no una libertad de la que ella se considera su principal adalid.

Un discurso simple pero efectivo, a juicio de expertos demoscópicos como Narciso Michavila, presidente de GAD3, o politólogos, como Pablo Simón, porque sobrevuela el debate sobre la gestión de la pandemia o los dos años del gobierno en la comunidad. Unos terrenos en los que Ayuso se ve más comprometida, como se comprobó en el único debate que mantuvieron el pasado 21 de abril los candidatos.

«Iglesias nació del mal»

Isabel Díaz Ayuso, ha manifestado que Unidas Podemos intenta mover «el espantajo de los odios» y que su candidato, Pablo Iglesias, «nació del mal para hacer el mal». En una visita a la almazara de la cooperativa de aceite de oliva Recespaña, en Villarejo de Salvanés, la dirigente madrileña ha bromeado con «la campañita» que está dando Iglesias y ha trasladado que tiene ganas de que se acabe para que «se vaya» porque, a su parecer, no va a coger el acta de diputado en la Asamblea de Madrid. Para la presidenta, Podemos intenta «entrar en campaña» porque están «en caída libre» moviendo «el espantajo de los odios» cuando «los únicos que odian son ellos». «En ese sentido no puedo ser equidistante. No he escuchado al resto de partidos hablar de la guillotina, de los escraches, de reventar cajeros, pegar a policías y a guardias civiles o reventarle también, por ejemplo, los escaparates de Madrid y Barcelona», ha lanzado. Ayuso considera que quien «habla siempre de la violencia, quien parte de la violencia, es Pablo Iglesias».

Por otra parte, preguntada por la campaña del PSOE, la ‘popular’ ha sostenido que la estrategia «es que no hay estrategia» porque al final todo el mundo está viendo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «es un problema para Madrid»

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