Belarra avisa de que Podemos será duro y trata de marcar el paso a Díaz

El paso al frente de la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, como líder de Unidas Podemos trajo cierto sosiego al Gobierno de coalición, tensionado por las discrepancias en la etapa final de Pablo Iglesias. Sin embargo, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, lanzó ayer un aviso a los socialistas y advirtió de que la titular de Trabajo «no va a ser menos firme» en las exigencias para que se cumpla el pacto que ambas formaciones firmaron antes de la investidura de Pedro Sánchez.

Díaz ya se desmarcó de la anterior etapa en la dirección de la coalición morada señalando en una reunión con los diputados del grupo parlamentario que los ciudadanos necesitan «sosiego y tranquilidad». Belarra, que previsiblemente saldrá elegida nueva secretaria general de Podemos este domingo, en la cuarta Asamblea Ciudadana del partido, negó que esas palabras fueran dirigidas a ningún miembro actual o anterior del partido y matizó en una entrevista en TVE que se trataba, en cambio, de una «reflexión sobre el contexto político general».

Lo cierto es que, desde el adiós de Iglesias, las discusiones sobre aspectos discordantes entre PSOE y Unidas Podemos, como la negociación sobre la futura ley de vivienda, se están llevando de forma más discreta y lejos de airear los problemas en público.

Sin embargo, los roces entre ambas formaciones no han desaparecido. El grupo confederal ha decidido adelantarse al Gobierno y presentará la semana que viene en el Congreso una proposición de ley para derogar artículos del Código Penal que consideran que atentan contra la libertad de expresión, como es el caso de los delitos de injurias a la Corona e instituciones del Estado, contra los sentimientos religiosos o el enaltecimiento del terrorismo.

En Unidas Podemos aseguran que ya han avisado a su socio de Gobierno, al que no le parece «mal» esta propuesta, sin embargo, desconocen si el PSOE votará a favor o en contra tras el debate parlamentario.

Belarra también negó que su partido se encuentre en una «mala situación» y defendió que, a pesar de que Díaz no haya confirmado su candidatura para las próximas elecciones generales, «todo el mundo se la imagina como la próxima presidenta del Gobierno».

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón considera que «la única opción posible» para explicar la inutilización de la tarjeta del móvil de la exasesora de Podemos Dina Bouselham, que hace imposible acceder a su contenido, es que Pablo Iglesias la dañara. Así lo sostiene en un auto del 7 de junio, en el que recrea el recorrido que habría tenido desde que el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, se la entrega el exvicepresidente del Gobierno hasta que este último se la devuelve a su legítima propietaria, todo ello en base a las declaraciones que han prestado en sede judicial y a otras diligencias.

En el documento se detalla que Iglesias recibió la tarjeta en «buen estado», hasta el punto de que pudo ver su contenido en la sede del Grupo Zeta, se la llevó y la guardó un tiempo hasta dársela a Bousselham, cuando ya «no funciona», sin que conste en la causa que en ese lapso el exdirigente morado la compartiera con nadie.

Iglesias perdió su condición de aforado al abandonar su cargo como vicepresidente segundo Gobierno en marzo para presentarse como candidato de Unidas Podemos a las elecciones madrileñas. En estos comicios obtuvo un acta como diputado, pero renunció a ella en la noche electoral del 4 de mayo tras anunciar que dejaba la política.