Diario de León

Casado acusa a Calviño de fraude fiscal y de ser «la peor» ministra de Economía

El líder del PP desencadena una ofensiva contra la vicepresidenta por llamarle «desequilibrado» y desoye los consejos de sosiego de Feijóo

Pablo Casado junto a Alberto Núñez Feijóo, ayer, en Galicia. CABALAR

Pablo Casado junto a Alberto Núñez Feijóo, ayer, en Galicia. CABALAR

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Unos minutos antes, el presidente de la Xunta de Galicia le había aconsejado «sosiego y serenidad», pero Pablo Casado no se sintió concernido y arremetió contra la vicepresidenta Nadia Calviño con todo el arsenal dialéctico a su alcance. «Defraudadora fiscal»; «la ministra de Economía más incompetente de la historia de España»; «la peor de la Unión Europea», fueron sus tres valoraciones para quien era la integrante del Gobierno mejor valorada por el PP. Hasta que este miércoles tachó de «desequilibrado» al líder opositor y le afeó su discurso catastrofista contra el Gobierno y la protección de los menores.

El presidente del PP lanzó ayer una andanada contra Calviño del calibre de las que se reserva para Pedro Sánchez, y antes para Pablo Iglesias. Pasó de emplazar al presidente del Gobierno a que escuche más a su vicepresidenta primera a desacreditar de la cruz a la raya toda su gestión económica. Calviño, a ojos de Casado y los populares, ha pasado de los altares de la ortodoxia económica a estar en su punto de mira. La súbita inquina no es flor de un día. Venía de atrás, desde que la número dos del Gobierno empezó a elevar el tono para rechazar las recetas económicas del PP y de su líder. Sobre todo las acusaciones de amiguismo en la gestión de los fondos europeos. El líder de la oposición participó hoy junto a Alberto Núñez Feijóo en una reunión de la Junta Directiva del PP de La Coruña y allí destapó el tarro de las descalificaciones.

Acusó la vicepresidenta primera de ser una «defraudadora fiscal» por utilizar «una sociedad instrumental con dos testaferros para comprar una mansión de 300 metros cuadrados defraudando decenas de miles de euros» a Hacienda. Casado se refería a Aldael Consultores, la sociedad que Calviño y su esposo constituyeron en 2000 y con la que adquirieron su casa en Madrid. Una operación que es legal siempre que las deducciones fiscales sean avaladas por la Agencia Tributaria, y no se conoce que Hacienda investigara la compra o sancionara a sus promotores. El líder del PP pasó por alto ese detalle y recurrió a unas palabras de Pedro Sánchez en 2015, cuando estaba en la oposición, y dijo que expulsaría de su equipo a quien creara «una sociedad interpuesta para pagar la mitad de los impuestos». El presidente del Gobierno, según Casado, tiene que «echar mañana» a su vicepresidente primera. Es la primera vez que exige una medida tan drástica aunque la información de la sociedad familiar de Calviño data de 2018.

Pero el líder de la oposición no se quedó ahí. Afirmó que es «la ministra de Economía más incompetente de la historia de España» y «la peor» de todos los responsables económicos de la Unión Europea.

Sustentó sus acusaciones en que los organismos internacionales han revisado a la baja las previsiones de crecimiento de España y han pronosticado una recuperación más débil que la proyectada por el Gobierno.

Calviño, prosiguió, se viste con el «falso disfraz de moderación» para dar una imagen de «tecnócrata» que no dice nada en público, pero en privado «insulta» y trata de amordazar a la oposición, «que es algo sagrado». Para Casado, la lección es cristalina: «Nos quieren amordazar en aras de una supuesta moderación». Aludía a las críticas de la vicepresidenta a su intervención en la sesión de control al Gobierno del pasado miércoles, en la que acusó al presidente de esconder y consentir casos de acoso y prostitución de menores. Unas palabras que dejaron «descompuesta» a Calviño, y así se lo transmitió en privado a Casado en un encuentro con empresarios presidido por el Rey. En ese mismo acto, le dijo al alcalde de Madrid que su «jefe es un desequilibrado».

El rotundo rapapolvo de Casado a Calviño se produjo minutos después de que el presidente de la Xunta de Galicia aconsejara al líder de su partido a que mirara la forma de hacer política en ese «córner de España», guiada por «la responsabilidad, la serenidad y el sosiego», y le aconsejó aplicar esa misma receta en su labor de líder de la oposición. Feijóo admitió que el escenario gallego es un caso de «exotismo político» a tenor de cómo se las gastan en Madrid, pero insistió en que la moderación es más efectiva. T

Casado hizo todas esas críticas sin ahorrárselas a Pedro Sánchez, a quien acusó de presidir «el peor Gobierno de la historia de España».

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