Caso Pujol, un «monstruo judicial» que ya cuenta con cinco cabezas
«El caso Pujol se ha convertido ya en un verdadero monstruo judicial. La realidad nos está desbordando. Como sigamos así, al final va a haber solapamientos y capítulos de descoordinación».
El que habla es uno de los responsables de la Fiscalía Anticorrupción que, en un principio, fue uno de los máximos defensores de evitar a toda costa un macro sumario sobre el clan, como ya ocurrió con Gürtel o está pasando con Bankia. Una convicción -la de que este tipo de grandes investigaciones termina retrasando la instrucción- que a día de hoy mantiene, aunque cada vez con más dudas. «Los puntos de conexión entre los sumarios abiertos cada vez son más evidentes», confiesa.
Por el momento, son cinco los magistrados que investigan por delitos económicos y de corrupción al matrimonio Pujol-Ferrusola y a seis de sus siete vástagos. Dos juzgados en Cataluña, dos magistrados de la Audiencia Nacional y un juez de Liechtenstein.
A ellos se suman cinco (a veces seis) fiscales anticorrupción diferentes dedicados a estos casos y grupos, también diferentes, de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional.
El temor de la Fiscalía es que más pronto que tarde la investigación más ambiciosa, la del Juzgado de Instrucción 31 de Barcelona, termine entrando en campos por ahora de dominio exclusivo de la Audiencia Nacional. La jueza catalana Zita Hernández investiga en conjunto la fortuna oculta del clan en el extranjero, conocida a raíz de la confesión en julio del ex presidente Pujol.
Hernández ha puesto en su punto de mira a la mujer de Pujol y a los cuatro hijos que regularizaron parte de su fortuna. Y uno de ellos es, precisamente, Oleguer.
La jueza catalana no tiene, por ahora, entre sus prioridades indagar sobre Jordi Pujol Ferrusola (al que el juez Pablo Ruz tiene en su punto de mira), pero tanto la Udef como Anticorrupción advierten de que si Hernández tiene intención de llegar hasta el fondo en el tema de la herencia tendrá que mirar con lupa a todos y cada uno de los siete vástagos, incluido Jordi Pujol ‘junior’. Todo ello sin entrar en la investigación de Liechtenstein sobre Pujol padre, cuyas consecuencias son imprevisibles. Solo el caso de las ITV, con Oriol Pujol como imputado, parece que podría quedar al margen.