El choque por la alcaldía de Granada amenaza el pacto entre PP y Ciudadanos en Andalucía
El acuerdo de gobierno entre el PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Granada saltó ayer por los aires abriendo la primera grieta importante en la alianza de ambas formaciones en Andalucía. El motivo fue la negativa del alcalde, el liberal Luis Salvador, de ceder el bastón municipal a los populares, que anunciaron su salida del equipo de gobierno y la retirada total de su apoyo. Alegan que Salvador no ha cumplido el acuerdo que alcanzaron el día de su toma de posesión, que implicaba turnarse dos años cada partido al frente del Consistorio.
El PSOE fue la fuerza más votada en las elecciones de mayo de 2019. No obstante, el pacto entre PP y Ciudadanos, unido al apoyo externo de Vox, dejó a los socialistas en la oposición. Ahora Salvador se queda al frente del Ayuntamiento granadino con solo otro concejal, ya que otros dos ediles de su partido han renunciado a sus competencias en el ejecutivo municipal. «Sólo le queda atrincherarse o convocar un pleno de investidura del que salga un alcalde del PP», avisó el presidente provincial de los populares, Francisco Rodríguez.
El dirigente conservador reveló que Salvador se ha negado a apartarse, como le pidió el lunes por la noche en un encuentro privado. Ante esa situación, explicó, al PP no le ha quedado otra opción que cumplir con el ultimátum e iniciar una «nueva hoja de ruta» para tratar de hacerse con la alcaldía. «Es alcalde de Ciudadanos pero en su propio grupo está en tela de juicio. Ahora tendrá que entenderse -aseveró Rodríguez- para que haya un gobierno que actúe para la ciudad».
Pero Salvador está decidido a aguantar el pulso. Siempre ha defendido que no hay ningún acuerdo por escrito que le obligara a ceder el bastón de mando una vez superado el ecuador del mandato. «Aquí va a haber Gobierno —remarcó—, va a haber trabajadores que garantizan los servicios públicos». El alcalde liberal insistió en que el funcionamiento del Consistorio está garantizado a pesar de la insólita situación. Aunque tendrá que gobernar a golpe de decreto ante la imposibilidad para convocar siquiera una junta de gobierno. «Nunca en la historia de Granada ningún partido ha cometido tal irresponsabilidad. Que recuperen la cordura y la sensatez», arguyó.
Salvador cuenta con el respaldo de la dirección nacional de Cs, que niega también que se fijara una alternancia en la alcaldía. El portavoz y vicesecretario general, Edmundo Bal, aseguró que el pacto firmado en 2019 entre ambos partidos concedía la alcaldía a los liberales para toda la legislatura por lo que ha pedido al PP de Granada que «rectifique» y que no se «borre» de un Consistorio «que funciona».
Un argumento que contrasta con las declaraciones del que fuera secretario de Organización del partido en la época de Albert Rivera, y con despacho ahora en Génova, que afirmó públicamente que el pacto incluía que el candidato del PP, Sebastián Pérez, asumiera el mando transcurridos los primeros dos años del mandato. El propio Pérez abandonó hace dos semanas el PP al entender que su partido no estaba haciendo lo necesario para obligar a Salvador a cumplir su compromiso y amenazó con negociar una moción de censura con el PSOE.