Los críticos con Rivera apuestan por Arrimadas para reflotar el partido
agencias | madrid
Muchos dirigentes de Ciudadanos, algunos críticos en su día con la estrategia de Albert Rivera de vetar al PSOE y centrarse en pactar con la derecha, apuestan decididamente por Inés Arrimadas para reflotar el partido y ella, de momento, guarda silencio sobre su futuro.
Aunque el partido está aún en estado de conmoción por la dimisión ayer de Rivera, algunos dirigentes, como Luis Garicano, Francisco Igea y Juan Marín ya han apostado abiertamente por Arrimadas, a quien ven como la única opción posible para recuperar el peso político que Ciudadanos ha perdido en las elecciones del domingo. Juan Marín, uno de los barones territoriales de Cs, vicepresidente de Andalucía, cree que la dirigente catalana es la persona que representa «todos los valores, los principios y la valentía del partido» y la única que en estos momentos tan duros para ellos puede afrontar el liderazgo del proyecto.
El jefe de la delegación europea de Cs, Luis Garicano, que fue uno de los que apostó por la vía de facilitar la investidura de Pedro Sánchez con condiciones, también quiere que sea Arrimadas la que tome las riendas del partido al considerar que es una baza «excelente» y apuesta también por ella la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.
Otro de los barones que se ha sumado al equipo de los que defienden que sea Arrimadas la nueva presidenta ha sido el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, cuando ayer, apenas una hora después de que Rivera anunciara que dejaba la política ya estaba asomando la cabeza al no descartar su candidatura. Pero ayer Aguado dio dado marcha atrás, animando a Arrimadas a dar el paso porque, según ha dicho, es quien «más consenso puede aglutinar y la más preparada». Eso sí, no ha aclarado qué haría en el caso de que la portavoz parlamentaria no decidiera postularse.
Menos claro con sus apoyos es el vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, otro de los que alzó la voz contra la estrategia de pactos y que ahora insiste en que más importante que decidir si la portavoz parlamentaria es el mejor recambio es determinar hacia dónde se va a dirigir el partido para ser útil a los españoles.
Girauta lo deja
No ha movido ficha nadie de la cúpula de Rivera y tanto José Manuel Villegas como Fernando de Páramo o Fran Hervías permanecen callados, tan solo Juan Carlos Girauta, que formaba parte de la Ejecutiva permanente y que no ha revalidado su escaño por Toledo, ha hablado para anunciar que dejaba la política.
De momento, el único nombre que ha salido a la palestra para suceder a Rivera ha sido el de Arrimadas, que se incorporó en 2011 al proyecto naranja con una carrera meteórica, convirtiéndose el 21 de diciembre de 2017 en la primera mujer en ganar unas elecciones catalanas aunque los independentistas lograron sumar mayoría absoluta.
Se ha mantenido leal en todo momento a Rivera y ha asumido sin dudar todos los posicionamientos que ha tenido la dirección, incluida la decisión de mantener hasta casi el final ese veto a Sánchez que dejó herido al partido. Todos aquellos dirigentes que advirtieron de la irrelevancia en la que caería la formación naranja si no facilitaba el gobierno a Sánchez (Cs se ha quedado en diez diputados de 47 que tenía) se ponen ahora del lado de Arrimadas.
Esperar a marzo
En todo caso, no sería hasta marzo cuando se elija al sucesor de Rivera en una Asamblea extraordinaria puesto que, según los estatutos, no se puede convocar este órgano hasta pasados cuatro meses de unas elecciones o en los cuatro meses previos. En dos semanas, está previsto que se reúna el Consejo General de Cs para convocar ese cónclave y nombrar una gestora hasta que se releve la dirección, ya que la ejecutiva quedó disuelta con la dimisión de Rivera.