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«Por su culpa no conocí a mi abuelo», clama una víctima del exetarra Abetxuko

Publicado por
León

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Dos pancartas colgadas a ambos lados de la puerta de acceso recibían ayer a los visitantes del campus vitoriano de la Universidad del País Vasco, donde el exetarra José Ramón López de Abetxuko impartió finalmente sin contratiempos una conferencia sobre los presos terroristas enfermos. En una se exigía la amnistía para los reclusos de ETA y en otra se denunciaba la situación de «247 presos políticos» y el dinero que sus familiares gastan para visitarles.

Enfrente, medio centenar de personas se concentró para denunciar la celebración de la charla. Entre ellas, varias víctimas de López de Abetxuko, que el verano pasado terminó de cumplir 30 años de cárcel por asesinar en tres meses a Jesús Velasco Zuazola, jefe del cuerpo de Miñones (policías forales) de Álava, y a Eugenio Lázaro Valle, comandante del Ejército y jefe de la Policía Municipal de Vitoria. Nunca se ha arrepentido de esas muertes.

«López de Abetxuko y Txema Matanzas (abogado de la izquierda abertzale también condenado por pertenecer a ETA) contarán a los estudiantes que ellos no eran malos. Pero yo les digo que sí, que por culpa del terrorismo de ETA no he conocido a mi abuelo, que han llenado España de viudas, de padres sin hijos, de hijos sin padres… Que esta es una historia de buenos y malos. De víctimas y asesinos. Y que así hay que contarla. En una sociedad libre y sana, un terrorista no puede ser ejemplo de nada ni referente de nadie», denunció Casilda Chico Velasco, la nieta que no pudo conocer a su abuelo, Jesús Velasco.

La protesta arrancó pasado el mediodía. Para entonces, López de Abetxuko ya estaba dentro del edificio al resguardo de los medios de comunicación. Y para entonces, también, el profesor Txema Portillo había salido del aulario y había colocado dos pequeños carteles sobre las pancartas con el mensaje ‘A Fernando Buesa y Jorge Díaz los asesinaron aquí’.

El puñado de concentrados permaneció en silencio tras una pancarta con la leyenda ‘Ni olvido ni perdón’. Decenas de universitarios, mientras tanto, entraban y salían indiferentes. Su curiosidad sólo les llevaba a cuestionar si iban a salir en televisión, no el motivo de la presencia de una docena de cámaras.

La charla transcurrió sin alusiones a ETA y sin autocrítica, López de Abetxuko desgranó la situación de los presos de la banda, pidió el fin de la dispersión y mantuvo un discurso reivindicativo. En una conferencia sobre los presos de ETA, apenas se mencionó a ETA. Se habló de «presos vascos».

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